Los versos de Encarna Martínez, de gran carga mística, vienen mezclados con la niebla de la Sierra, rogando contra “un mundo de amor desierto”… entre la esperanza y el desaliento:
“Del uno al otro voy pasando, / dudando siempre de ellos. / Le pido al Cielo que, / al fin de cada jornada / me encamine hacia el primero”, dice en su poema titulado “Encrucijada”.
La tarde resultó mágica. Los invitados a la Casa Museo Abadía de Morata fuimos llegando enmascarados -como piden los tiempos del Covid- pero con el corazón abierto a una presentación muy especial. Por si fuera poco, nos llevamos un libro que celebra doblemente la conjunción (hermoso maridaje) de poemas e imágenes.
Los poemas fueron escritos a mano por Encarna Martínez (que falleció hace más de una década) sin la intención de publicarlos. Fueron macerando cual racimos en una cajita que años más tarde encontró su hijo Josemi, que ha esperado a que ayer estuvieran juntos los cuatro hermanos para presentar el libro como un acto de amor, homenaje y reconocimiento a su madre.
“Con toda su alma. Así hacía las cosas Encarna, poniendo siempre en cada una de sus múltiples actividades todo su entusiasmo, su sensibilidad y su mundo interior -dijo en la presentación su primo el sacerdote Antonio Mijangos, autor del prólogo de un libro que agotará en breve su única tirada de 200 ejemplares-. Fue una mujer libre, soñadora, rebelde sin etiqueta, rompedora de ataduras de costumbres, moralinas y uniformes”.
En una entrevista con Josemi Rodriguez Martinez, publicada por el Blog en octubre de 2019 que titulamos “La Sierra es el alma de Rioja Alavesa”, nos contó que su madre Encarna le animó a estudiar fotografía. “Así lo hice. Montamos un estudio de fotografía donde hoy está el Bodegón, en una tienduca pequeña, organizando allí un estudio fotográfico”.
.- ¿Qué ha sido tu madre para ti, si hablamos del mundo de la fotografía?, le pregunté entonces.
Mi madre ha sido todo, absolutamente todo. El primer papel fotográfico lo conocí gracias a ella, que montó un laboratorio para pasar las imágenes a papel.
.- ¿Qué edad tenías cuando viste cómo un papel se llenaba de imágenes fotográficas?
Tenía 8 años. Y aún me pregunto cómo mi madre, una señora de Laguardia con cuatro hijos se apuntó a un curso CCC de fotografía por correspondencia. Ella tendría entonces unos 30 años como mucho. ¡Mi madre era la hostia!
El primo de Encarna, Antonio Mijangos, la definió ayer sábado como “Amiga del euskera y de su arraigo en nuestro pueblo”.
“Fue pionera, trabajadora incansable en la creación de una ikastola en Laguardia con otras mujeres entusiastas”, recordó ayer Mijangos, leyéndose a continuación el comienzo de su poema titulado “Euskera”:
«Voy a hablarte, pueblo mío, / en un idioma que no es el tuyo, / en un idioma que no es el mío, / que marginado por impostores / nos apartaron de nuestro ser / abrazado a tus raíces».
Antonio Mijangos animó a los asistentes a desentrañar el espíritu vivo de Encarna, leyendo sus poemas. Guardando las distancias oportunas de estos tiempos de Pandemia, seguimos con atención el desarrollo del acto cultural desde el patio de la Casa Museo de Fausti Ayala.
“Os vais a encontrar con el misterio desconocido de su alma, ese alma que le dolía al ver la injusticia -señaló Mijangos-. Ese alma que asomaba a sus ojos al ver la sonrisa de un niño o admirar un atardecer que le hablaba del adiós”.
Un grupo de mujeres de Laguardia leyó a continuación algunos de los poemas ahora publicados, todos ellos aplaudidos con el mismo entusiasmo y emoción que fueron leídos… No olvidemos que Encarna fue en su día la creadora de la Sociedad Cultural de Mujeres «Harresiak» (Murallas).
Antonio Mijangos recordó ayer, en otro instante, una de las muchas conversaciones que mantuvo con su prima Encarna:
“Un día me dijo que me tenía envidia porque yo sabía expresar mejor con palabras lo que ella sentía en su interior…
Tengo que confesar, leyendo sus poemas, que sus sentimientos eran más hermosos y profundos que los míos, y que los sabía expresar mejor que yo».
Encarna Martínez fue, entre otras cosas, una mujer adelantada a su tiempo. Laguardia recoge hoy en su vida cotidiana muchas de sus luchas y afanes. El nuevo libro es notario de sentimientos. Hermoso espíritu el suyo, anudado a un alma que finalmente navega en el mar esperanza de los libros.
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Es precioso resucitar personas y hacerlas inmortales, a través de sus letras. Seguro que cada verso leído en esta presentación, fuera quien fuere quien lo leía, de fondo se escuchaba la voz de Encarna. Al aplauso final, uno yo el mío, para que la vida siga escrita en los libros. Un abrazo grande desde el Sur.
Muchas gracias, librera del Sur, que tan bien sabes mirar al Norte. Al norte de los seres humanos, ¡qué buena brújula es tu corazón!
Un abrazo!
Como me hubiera gustado estar con vosotrxs en este momento tan especial para todxs.
Siempre que pienso en la tia me sale una sonrisa de los innumerables momentos que pasamos juntas.
Gracias Josemi por todo esto.
Un gran beso para mi familia del alma.
Muchas gracias, Marilo. Un cordial abrazo