Feb 25, 2021

«Completo el sueño de mi padre, que es el mío”

El enólogo Enrique Jalón seleccionó en 2017 las mejores uvas de Tempranillo de 50 hectáreas de parcelas situadas entre 600 y 700 metros de altitud, para elaborar 10.000 botellas de vino en la bodeguita de Viñaspre.

Enrique Jalón

EL ENÓLOGO de Yécora Enrique Jalón en su bodega de Viñaspre.

Donde tú lees ‘bodeguita de Viñaspre’, yo leo palabras invisibles. Leo sacrificio, formación, viajes, aventuras, diversión, un viejo sueño plantado en Yécora. Leo Rioja Alavesa, juventud, vínculo familiar. Leo coraje. Valentía leo.

Enrique Jalón

Enrique Jalón ha pasado años absorbiendo conocimiento y experiencias en Australia y California, en Francia e Italia. Hace cinco años tenía un futuro prometedor, si bien aún no sabía dónde. Hasta que volvió a su Yécora natal. Hoy tiene familia, bodega, tiene vinos… y, a pesar de la Pandemia global, un mar de esperanza en su corazón.

Como tantos otros, persigue el talento de las viñas, queriendo obtener de ellas las mejores uvas para transformarlas en el mejor vino. Pero él no se detiene ahí, pues sabe que la comercialización del vino conlleva comunicación y marketing.

De momento, se estrenó en el mercado a finales de 2019 -hace ahora 14 meses- con una añada, la primera, que ya tiene vendida en España. El siguiente capítulo será la exportación a Estados Unidos y Australia. Todo a su tiempo. Ahora se trata, cómo no, de resistir contra estos tiempos inciertos.

Enrique Jalón

Perseguir tu destino

He llegado con sus indicaciones a la bodeguita alquilada que tiene en Viñaspre, más allá de Lanciego. A la entrada, en lo que parece un gran almacén con unos nuevos depósitos de hormigón, todo está ordenado y bien dispuesto. Acierto al imaginar que su querida madre lo ha preparado para que el periodista lo contemple con sus mejores ojos.

“Tengo 33 años -me dice al presentarse-. Soy de Yécora, como mi padre Eduardo y mi madre Mari. Mi apellido -según me he documentado- lleva dando fruto en Yécora desde hace siglos. Soy zukero hasta la médula. Hoy mi pueblo es una zona en auge en producción vitivinícola, pero ha sido y aún es muy cerealista”.

Enrique Jalón

ENTRE su padre Eduardo Jalón y él han labrado un destino en el mundo del vino.

Buscando las raíces vinícolas de Yécora, Enrique tiene muy presente los pequeños calados, cual seña de identidad, que existen en su pueblo natal, sin olvidar el paraje llamado precisamente “Viña vieja”.

“El abuelo de mi padre, Román, tenía pequeños corros de viña. Mi padre fue el mayor de cuatro hermanos en tiempos duros, dedicándose a varios oficios, hasta que a finales de los 70, se lanzó a comprar fincas y a transformarlas en viñedo. Con él resurge nuestra historia vitícola. Con él comienzo a soñar sin apenas darme cuenta».

Hasta que el padre se dedicó al viñedo al 100%

Deposito-Hormigon-II

NUEVOS depósitos de hormigón que Enrique ha incorporado a la bodega.

.- Tú naciste en 1987… ¿Qué recuerdas de ese pasado vitícola?

Mi padre arregló parcelas, plantó cepas… Mi infancia está asociada a la viña. Recuerdo cuando jugábamos a pelota en los frontones de la Comarca. Teníamos torneos en Lapuebla de Labarca o en Laguardia, y allí nos abrían las bodegas y nos daban a probar vino con 10 o 12 años. Me conecté de forma natural con el vino, como ves.

.- ¿Se acabó dedicando tu padre al viñedo al 100%?

Eso ocurrió cuando yo tenía 14 o 15 años, que para entonces ya había sumado 15 hectáreas de viñedo. Mi padre fue alcalde de Yécora por entonces, con 30 y pico años.

Yecora-Dos

DE CEREAL Yécora Y DE VINO. 

Después, con UAGA, hacia 2008, participó en las manifestaciones que hubo en el Consejo Regulador para reivindicar precios dignos para la uva. También se implicó en el apoyo a los temporeros.

.- ¿Llegó a elaborar vino?

No. Mi padre se dedicaba a vender la uva, primero como cooperativista de la Cooperativa San Sixto de Yécora, y luego a diferentes bodegas.

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EDIFICIO de la Bodega Cooperativa San Sixto de Yécora

.- Tú ya estabas inmerso en este mundo

Tanto que decidí estudiar Enología en la Universidad de La Rioja, en Logroño, mientras seguía unido a la explotación vitícola de mi padre. Al terminar la licenciatura en 2009-2010 hice prácticas en algunas bodegas de la zona, pero quería conocer otras viñas y otras bodegas del mundo. Así acabé en Australia, luego en California, también estuve en Francia, Italia y Alemania.

Contrato de dos años en Australia

 .- Australia, eh!

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PUESTA de Sol sobre viñedos de Australia.

Trabajé en tres bodegas distintas de principio a fin, hasta concluir con la vendimia. En una de las ocasiones conocí y trabé amistad en una bodega australiana, cuyo propietario era la quinta generación, con 400 hectáreas de explotación vitícola. Allí estuve casi un año, que acabaron ofreciéndome un contrato de dos años, pero no quise desvincularme de mis raíces.

.- En los años posteriores a la crisis de 2008.

Exacto. Era difícil trabajar aquí, y había que buscarse la vida. Al final volví a casa en 2013. Mi padre tenía ya por entonces 20 hectáreas de viñedo. Yo seguí moviéndome a nivel comercial con varias bodegas y en varios países del mundo. Hasta que me asenté.

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TARDE o temprano, Enrique tenía que retornar a Rioja Alavesa.

.- ¿Cómo se cruzó esta bodeguita de Viñaspre en tu camino?

Conocí a una familia de Viñaspre a los que les ofrecí llevar la explotación agrícola, a la vez que les alquilaba la bodega antigua de cosechero que ellos tenían en desuso. Ellos habían traído aquí la uva, elaborando sus vinos de maceración carbónica para luego venderlo a granel, como cientos de bodegas en toda la zona.

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COLOR DE VINO en la puerta de su bodega, en el sillón, en su alma el color del Tempranillo.

.- ¿En qué momento estás ahora?

Entre unas cosas y otras, ahora llevo 50 hectáreas de viñedo, y mi bodega ha nacido para elaborar como enólogo mis vinos, a la vez que reivindico una zona, y apuesto por la venta de mis vinos, que de momento se cifra en 10.000 botellas.

Mira-Cepa

.- ¿Cómo se implica tu padre?

Fue él quien buscó los contactos.

La culminación de una vida

 .- ¿Qué le pareció cuando te escuchó decir que querías montar una bodega y elaborar vino con una marca?

Era la guinda de la tarta en su vida vitícola. Siempre soñó con tener una bodega y con hacer vino embotellado. Ve mi trabajo actual en la bodega como la culminación de una vida. Me apoya totalmente. Es quien compra fincas, con una visión increíble a la hora de arreglarlas.

.- ¿Ha habido mucho que arreglar?

Ah, aquí la parcelaria de Yécora lo que hizo fue derribar los ribazos para que la nueva superficie fuera más extensa. Entonces ahora estamos volviendo a instalar esos ribazos con muros de piedra para retener el agua. Mi padre ha reivindicado toda su vida el viñedo… y ahora vengo yo a completar, a terminar de cumplir con él su sueño, que es el mío.

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CON la botella EZKI en sus manos.

.- ¿Qué es Ezki Wines?

Es la punta del iceberg de todo lo que hay detrás. Es un proyecto pequeño, sin artificios.

.- ¿Qué te guía?

Mi proyecto persigue revalorizar un vino. Aquí todo está enfocado al buen producto. No hay mucho más, salvo una nueva marca, en la que queremos invertir en comunicación y marketing porque eso va a ser necesario.

.- ¿Cómo nace Ezki Wines?

Nace para reivindicar una zona en la que crece el Tempranillo de Rioja Alavesa en zonas altas de entre 600 y 700 metros de altura. Yo ya trabajé con Tempranillo en Australia. Lo conozco bien.

 Frase-Ezki

Ezkide, el poblado medieval

 .- “Ezki” es Tilo en euskera.

Claro, estoy reivindicando una toponimia, un lugar, un clima. Se sabe que Ezkide fue un poblado antiguo, un poblado medieval que está a dos kilómetros al norte de Yécora.

Cada vez nos estamos aproximando más con el viñedo a aquel lugar. De hecho tenemos una finca en lo que se llama el pago de Ezkide. Para reivindicar una zona, qué mejor que reivindicar una toponimia.

.- ¿Te gusta cómo suena EZKI?

Botella-Ezki

Me encanta. Es una palabra limpia que me identifica. Que identifica un origen y una forma de hacer.

.- Tú has cultivado el Tempranillo en Australia…

El Tempranillo lo he cultivado en Australia y en California. Posee una tanino potente que si no lo maduras bien dará verdor. En Yécora antiguamente era muy difícil llegar a 11 o 11,5º grados de alcohol. Hoy, la verdad sea dicha, el Cambio Climático nos está favoreciendo, expresando todo su potencial.

.- ¿Cuántas vendimias has realizado hasta ahora en Yécora desde tu vuelta a casa?

Empecé con la de 2017, así que cuatro. En 2017 comencé con unas pocas barricas.

Descalzo-Enrique

DESCALZO junto a un lagar rupestre de Viñaspre, dispuesto a dejarse la piel por sus vinos.

.- ¿Qué pasó cuando llenaste con tu vino la primera botella de Ezki?

Fue como tomar el destino en mis manos. Me había preparado sin presión alguna para un momento así. Ha sido un camino de diversión, porque me gusta disfrutar de lo que hago, y el resultado de un esfuerzo, persiguiendo un destino.

.- ¿Qué quieres atrapar en tus vinos?

Los considero vinos artesanos, vinos de Comarca enclavados entre Lanciego-Viñaspre-Yécora, con un viñedo de 40 años de edad media de antigüedad, un viñedo de altitud, vinificado en depósitos pequeños. Y luego envejezco en barricas francesas de 500 litros.

Busco el mejor vino posible, insisto. Voy poco a poco, conociendo las parcelas, buscando la maduración más completa.

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JUNTO a sus cajas de vino, feliz a pesar de los pesares en estos tiempos de Pandemia.

.- ¡Aquí están tus dos vinos!

De momento he elaborado dos vertientes. En una busco la maduración más completa, la fruta negra… más compota, más cereza. Un vino maduro de un Tempranillo de mi zona. Así nació “Ezki 2017”, con dos mil y pico botellas que lanzamos al mercado el año pasado, teniendo un éxito bastante notable, pese a las circunstancias.

Entre ‘Ezki’ y ‘Hasiera’

.- Y luego…

En 2018 (tras renovar la bodega, y comprar estos depósitos de hormigón) elaboré un vino sin madera que representase al Tempranillo más vivaz de nuestra zona, más fácil de reconocer, con fruta roja. Vendimiamos todo en cajas, con muchísima selección, y todo por gravedad. El resultado es Hasiera, un segundo vino que significa “comienzo”, “origen”, reivindicando eso precisamente… Igual soy demasiado técnico.

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SU otro vino HASIERA, el del origen, el del comienzo…

.- Para nada. Vas muy bien.

La Tempranillo nos representa perfectamente. La tenemos desde tiempos inmemoriales, y trabajar con ella es gratificante. En vinificación presenta múltiples características. Le gusta el sol, pero con moderación (en Australia había exceso de sol). Mi proyecto es constante, un I+D, pero reivindicando una zona.

.- ¿Qué año fue 2019 para vosotros?

De consolidación. He elaborado los mismos vinos, pero el primero de ellos con algo más de tiempo en barrica. Y de 2020 estoy sacando un Blanco y una Maturana tinta, que todavía no está en botella. Lo mío quiere ser una innovación… y una adaptación al mercado.

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SUS dos vinos juntos, en las inmediaciones de la bodega.

.- Ahora mismo, detrás de Ezki estás tú con tu padre.

Sí. También tengo el apoyo de mi mujer, Lara, de Vitoria-Gasteiz. Su abuelo materno llegó a comprar un calado antiguo en Villabuena. Ella me ha apoyado muchísimo a la hora de elaborar. Este año hemos sido padres por primera vez de un niño, así que estas navidades han sido diferentes.

.- Tu padre es tu principal valedor.

Sí. Él trabaja conmigo a diario. Tiene 69 años, pero todavía está en activo. Hoy por hoy los dos estamos en terreno. Como enólogo estoy tanto en las viñas, podando como estamos ahora, como con los clientes catando el vino. También tengo un trabajador fijo en el campo y luego contrato a temporeros para determinadas labores.

Fuente-Vinaspre

RECORRER el mundo para volver a beber agua en las fuentes antiguas de Rioja Alavesa.

Llenar la mochila de aventuras

.- Tu formación no necesita consejos… ¿o tu padre todavía te ofrece alguno?

Lo más importante que me han dado mi padre y mi madre (que también ha sido agricultora) fue su total apoyo. Cuando decidí salir a ver mundo, fue una situación delicada, porque mi padre ya tenía cierta edad y yo me desvinculaba de su hacienda totalmente. Él nunca me frenó. Sabía que necesitaba llenar la mochila para un día volver.

.- El tuyo, por lo que veo, es un proyecto de largo alcance.

Queremos tener la mejor uva posible, seleccionar de la mejor manera y elaborarla como nosotros entendemos. A partir de ahí, tenemos proyectos más ambiciosos. Ahora acabo de ser padre en la última vendimia, que nuestro hijo Iker nació el 19 de septiembre, y el día 21 yo estaba vendimiando blanco para el proyecto.

Cepas-Sierra-bai

.- ¿Le tienes miedo a algo en este año del coronavirus?

Mi único miedo es que cualquiera de los míos enferme. En lo demás, la verdad es que no siento miedo. He tenido tantas aventuras en la vida a mi corta edad, que no me asusta más que la pérdida de salud de los míos. Y te diré que tengo confianza en nuestra sanidad y nuestros sanitarios de Euskadi.

.- ¿Cómo afrontas la adversidad de la Pandemia en los temas del vino?

Yo he jugado a rugby y este tiempo es como cuando te meten un placaje que te dejan noqueado, y te meten un ensayo justo antes de terminar la primera parte. Luego llega el tiempo de descanso, te permite reflexionar y con mucha incertidumbre sales a jugar la segunda parte con todas la ganas del mundo.

Ventanuco-Vinaspre

VENTANITA de Viñaspre… Por ella se ve la vida entera que marcha y vuelve. 

.- ¿Te sientes en cierta manera un impulsor del vino del siglo XXI?

Yo solo, no; pero todos y cada uno en su pequeña parcela, si nos sumamos, podemos ser un gran motor. En Rioja Alavesa hay al menos cien promotores, o más, muchos de ellos son trabajadores al servicio del campo.

.- ¿Soñamos? ¿Qué será algún día ‘Ezki Wines’?

Hemos aprendido que hay que tener los pies en la tierra, que cada año es un reto. Vivir el día a día con ilusión es lo que quiero. Me siento optimista porque he tenido un hijo y todos mantenemos la salud. Hace cinco años no tenía nada, tan solo tenía mimbres. Hoy tengo una familia, una bodega, una marca y nuevos vinos… Confío que con el tiempo mi marca se consagre y sea reconocida.

Muro-Piedra

¿SOÑAMOS Enrique? ¿Soñamos, querida Rioja Alavesa?

.- Alguien dirá “qué valiente es Enrique”. ¿Lo eres?

Hay gente que está sufriendo, primero en los hospitales. Luego sabemos que una crisis como ésta se lleva por medio negocios y personas. Cuando empecé, hace tres años, las circunstancias eran distintas; pero al haber cambiado esas circunstancias, yo me tengo que adoptar.

No se trata de ser valiente, se trata de tener la necesidad vital de dedicarse al mundo del vino. Esta es mi vida. No soy valiente, soy un vitivinicultor más. He vuelto a Rioja Alavesa para ponerlo todo en el asador. 

18 respuestas a “«Completo el sueño de mi padre, que es el mío””

  1. Antton Guridi dice:

    Dónde puede uno aplaudir con entusiasmo esta magnífica entrevista. Dónde podemos gritar ¡Bravo! Y que se escuche.

    Cómo cantar el sentido común y la madurez de jóvenes como Enrique Jalón… Eh!

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      ¿Dónde y Cómo? Aquí, estimado Antton. ¿Cómo? Difundiendo el Blog Rioja Alavesa. Haciendo Comarca. Trigo en el granero, Vino de las «Viñas viejas» de Yécora. Pero habrá otras maneras de hacerlo. Muchas gracias.

  2. F. Bujanda Ciordia dice:

    Verdaderamente la entrevista es un chute de aire fresco en estos momentos tan especiales.

    Enrique, enólogo, con ganas de aprender, entusiasta, joven pero conocedor de lo que que se trae entre las manos, …, Rioja Alavesa tiene una buena cantera.

  3. Alfredo Postlethwaite dice:

    Te felicito nuevamente Julio por esta entrevista a un jovenazo auténtico ke lleva en sus venas lo ke le gusta hacer, y por ende lo transmite diáfanamente. La he disfrutado a lo grande. Muchas gracias. Un abrazote.

  4. Enrique Jalón dice:

    Gracias Julio por la entrevista y por tus palabras, por dar visibilidad a la Comarca y sus gentes. Entre todos hacemos que este motor no pare. Un abrazo!

  5. César Bermúdez dice:

    Muy buena la entrevista con Enrique Jalón

    Me gusta su proyecto, da envidia. Como Enrique haya salido al padre, un trabajador infatigable, no le tardarán en llegar los éxitos.

  6. Luis Miguel dice:

    Al joven emprendedor, muchos puntos a su favor. Menos mal que volviste y sigues con la ilusión de tus padres y sobre todo la tuya. Sabes que tienes todo nuestro apoyo. Grande Enrique.

  7. Miguel Larreina dice:

    ¡Qué ilusión ver el joven proyecto de Enrique Jalón! Conocía por su padre y amigos de sus estudios de enología y su “doctorado” australiano, pero no le conocía personalmente. Me ha encantado su proyecto familiar, su vino “Ezki” por muchas razones y, sobre todo, ese retorno a sus raíces, ese “soy zukero hasta la médula”. Yo, aunque donostiarra, también me declaro un poco “zukero”, admirador de las potencialidades del viñedo de Yécora hasta cuando apenas tenía viña.

    Leyendo este artículo me he remontado sin querer 22 años atrás, a finales de 1999. Yo estaba recién nombrado Director de la Casa del Vino cuando Bruselas abrió la mano en la política de plantaciones de viñedo vía “transfer” e incluso sacó una fuerte línea de ayudas económicas para esas plantaciones. En Rioja Alavesa y en el conjunto de la Denominación se desconocía todo sobre los “transfer” y las ayudas de la OCM, a diferencia de lo que ocurría en Mancha y otras regiones que eran expertas en esos temas. El problema es que la UE tenía prisa y ponía unos plazos muy cortos, había que trabajar muy rápido para que otros Países y otras Comunidades de mucha mayor dimensión no se nos adelantaran y se llevaran todo el cupo. Así que me presenté raudo y veloz en Yécora, Elvillar, Oyón y otros municipios cerealistas de Rioja Alavesa y les animé a aprovechar esta posibilidad, a sabiendas de que mis palabras en esas salas municipales sonaban un poco a “cuento chino”. Pero les convencí y en pocos días presentamos unos planes de plantación de mil hectáreas (en los años siguientes, otras mil), de las que unas 300 hectáreas eran de Yécora. Esa Yécora cerealista iba a transformarse en vinatera en un tiempo récord.

    Cientos de hectáreas de viñedo arrancado en Huelva, Ciudad Real o Murcia sirvieron para plantar en una Yécora que apenas tenía unas setenta familias, entre ellas la de Eduardo y Mari, los padres de Enrique. La “lluvia de hectáreas” que les tocó a cada familia, en función de su disponibilidad de tierra blanca, sirvió para transformar absolutamente el paisaje y el patrimonio de Yécora. El incremento patrimonial que supuso en el pueblo esa transformación cereal-viña ascendió a unos 20 millones de euros, amén de unos ingresos anuales por el nuevo viñedo cifrado en millón y medio de euros de media. Esos ingresos y esos cambios acelerados que tuvieron lugar en los primeros años de este siglo XXI tuvieron mucho que ver en la carrera de Enrique y otros jóvenes como él. Me alegro infinito que ahora cierre el ciclo y convierta en vino prestigioso de Rioja Alavesa el esfuerzo vitícola que hicieron otros hace veinte años.

    Saludos Eduardo, te sigo viendo en esa foto icono en la que apareces en la “manifa” del 2010 por la gran vía de Logroño bajo las palabras “precio justo” de una pancarta que sujetas con fuerza. ¡Que no te tenga que ver en otra foto parecida en los próximos años!

  8. Josean Larrañaga dice:

    Emocionante la entrevista. Con esta gente vamos al cielo.

    Animo eta Aurrera!!!!!

  9. Yolanda Maestu dice:

    Emocionada de leer cómo mi pueblo Yecora prospera con jóvenes como Enrique. Mil felicitaciones y mucho éxito. Salí hace muchos años de mi pueblo pero sigo con familia allí y cada vez que regreso del otro lado del charco no dejo de pasar a visitar y recorrer mi pueblo. Y para completar de emocionarme, este muchacho también ha estado en Australia, donde tengo un hijo y donde también he visitado viñedos muy importantes allí.

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