El viticultor Ramón Emilio Muro, uno de los Veintidós de COVILA (II parte), es desde hace quince años el presidente de la Cooperativa Vitícola de Lapuebla de Labarca, que al final -según destaca- «compite con todas las bodegas del mundo».
“La Cooperativa es una bodega más de Rioja Alavesa”
LOS DÍAS DE VENDIMIA continúan en la Cooperativa Vitícola de Lapuebla de Labarca.
Dejamos la primera parte del reportaje sobre “Los Veintidós de COVILA” justo cuando estábamos llegando a la viña de Majaflorida, donde el pasado día 9 de octubre la vendimiaban dos socios de la Cooperativa, Mario Muro Vélez y Pedro Garrido.
En el silencio de la mañana se podía escuchar el leve sonido de cuatro tijeras de viticultores cortando racimo a racimo. El acero chasqueando con ritmo musical, llevándose el fruto mimado de entre las cepas.
EN MAJAFLORIDA, Mario corta racimos de Tempranillo para COVILA.
La entrevista con el presidente Ramón Emilio Muro será la última de hoy. Vamos contando el día tal cual van sucediendo las cosas. Primero fue la niebla espesa -que se podía cortar- que al desvanecerse se fue abriendo poco a poco como una cortina, desvelando el hermoso escenario de un día más en el Paisaje Cultural del Vino y el Viñedo.
Después de un amable café, conocí las dos palabras fuerza de la Cooperativa: Familia y Raíces. Lo que explica la cantidad de fotografías de familias socias de Lapuebla de Labarca colgadas en las paredes de las oficinas de la Bodega.
FOTOGRAFÍA de las gentes ‘lapueblenses’ que hacen de COVILA una gran familia.
Luego llegó la conversación con el gerente Pablo Sampedro. Con él visité la bodega creciente de la Cooperativa y la ampliación con la compra de una nueva bodega en la parte alta de Lapuebla. Después iniciamos en coche el recorrido por los viñedos de los socios, al encuentro de los cuatro primeros vendimiadores, dos de ellos socios de la bodega, Mario y Pedro.
Nada más encender la grabadora, Mario Muro Vélez, de Lapuebla de Labarca, me cuenta que a las ocho de la mañana (el pasado 9 de octubre) ya estaban vendimiando bajo la niebla, cortando uva en Las Vejeras, una viña de Pedro.
Las uvas de estas viñas son para un vino especial. “En Las Vejeras había mucha niebla, las cepas estaban muy mojadas. Mira, toca”, extiende su brazo para mostrarme lo calada que tiene la ropa entre el codo y la muñeca.
UVAS de Lapuebla. Una acción que estos días está llevando a cabo toda la Comarca.
Se presenta Mario Muro como ‘un viticultor de toda la vida’. Como lo fue su padre. Igual que antes su abuelo. “Ellos sabían como yo que no estamos tranquilos hasta no tener toda la cosecha en la bodega”.
Lleva 29 años en COVILA. Es historia viva de la Cooperativa. “Empezó mi padre desde el principio, y yo con él. Ahora el socio soy yo”.
.- ¿Fue un gran acierto la Cooperativa?
Sí, sí. Se sacó adelante con muchos sudores.
.- 29 años después, ¿qué nos dices de COVILA?
MARIO Muro nos muestra un racimo de Tempranillo recién cortado.
Bien, pero mi opinión es que teníamos que estar mejor. Al final, la mayoría de los años tenemos un pelín menos de ingresos que el resto. Otros años ha ido bien, pero dedicarnos a embotellar el vino… no sé yo si eso supone que crezcamos y crezcamos. Quizá entonces nos ofrezca de verdad sus beneficios, ya veremos.
.- De 67 socios al principio, ahora quedáis 22. ¿Has entendido a los que se han ido marchando de la Cooperativa?
Si yo sigo es porque tengo la bodega al lado de casa y porque llevamos muchos años. Pero ha habido veces que he pensando en irme. De momento me mantengo con alguna duda… Soy crítico como ves.
.- No sé si tus hijos continuarán vuestra labor…
CUATRO vendimiando Majaflorida, entre ellos Pedro Garrido (a la izq.) y Mario Muro.
Tengo dos hijos de 14 y de 10 años, pero el campo cada vez se pone más duro, más exigente… Yo quiero que ellos estudien. Además, no les tira el campo. No es como a mí, que antes de los 10 años ya estaba en el ajo.
.- Tú estás porque te rinde económicamente hablando.
Me gusta mucho el campo, pero cuando tengo que depender de gente ya me empiezo a agobiar.
.- Esta Cooperativa parece un modelo de superación continua, Mario.
Si funcionan bien, es lo mejor que hay. Pero claro, con las grandes bodegas es difícil competir.
.- ¿Cuál es la pega fundamental que tú le pones?
Aquí tenemos que adelantar el dinero de todos los gastos y después a cobrar. ¡A quién no le gusta que el cobro sea inmediato! Y claro, como estamos vendiendo el vino embotellado, hasta que no sacas el vino, no te pueden pagar.
MAGNUM de crianza de COVILA, bajo el cielo de Rioja Alavesa.
Mientras hablaba con Mario, Pedro Garrido seguía a lo suyo con la vendimia. Ya imagino que ambos -con planteamientos y opiniones distintas- se conocen bien el uno al otro. Si Mario es uno de los socios más críticos, Pedro es una mirada distinta.
“Ha sido un año difícil, lleno de tormentas. Nunca vi un año tan difícil como éste», me dice para empezar.
Pedro Garrido lleva en la Cooperativa 27 años. “Mi padre no me dejó entrar al principio porque habíamos hecho una bodega familiar nueva, pero a los tres años entré. Le dije que me marchaba porque en mi bodega yo lo llevaba todo: el campo, la elaboración del vino… en fin, que era mucho lío”.
.- ¿Qué tiene la Cooperativa que te parece un buen sistema de negocio?
PEDRO Garrido portando la uva para echarla en el remolque de su tractor.
Cada vez estamos menos gente, pero no entiendo a los socios que se van. Yo no me iré nunca. Aquí me pienso jubilar. Yo al menos. No sé qué harán mis hijos. Los que se han ido son gentes que siguen cultivando las viñas y que luego lleva sus uvas a otras bodegas.
.- ¿Has intentado convencerles para que se queden?
A alguno sí, pero es una cosa en la que cada cual es muy libre.
.- ¿Cuál es la principal fortaleza de la Cooperativa?
Que hacen las cosas mejor, porque las pensamos entre todos, colectivamente. Puede ser que en alguna ocasión nos hayamos equivocado, y que quizá por eso algunos se hayan marchado. Pero esta COVILA va a más y estamos sacando muy buenos vinos.
TRABAJAR en la viña durante la vendimia, sin perder la sonrisa.
.- ¿Qué fue de aquella bodega de tu padre?
Ahí está. Vacía y sin nombre. Dada de baja. Mi bodega es COVILA.
.- ¿Cómo de unidos estáis los viticultores en Rioja Alavesa?
Madre mía, aquí hay poca unión. Pero poca. “Si yo me salvo, el que venga detrás que arree”. No debería ser así, pero me temo que así es.
.- ¿Tienes hijos?
Dos. Yo quiero que estudien y se coloquen lo mejor posible. Llevo mis viñas y las de mi hermana. Mi hijo tiene 18 años y mi hija 23 años. La de 23 está estudiando enfermería y trabajando en una bodega. Y mi hijo Dani Garrido está estudiando en San Sebastián y jugando en la Real Sociedad.
GARRIDO de pie -ya en la bodega- observando cómo la uva pasa a la Mesa de Selección.
.- En la Real, eh!
Allí lleva seis años. Quiero que estudie, que siga con lo suyo, Administración y Empresas.
.- ¿Qué futuro le ves a COVILA?
Confío que será bueno. Todo lo que se hace va en ese sentido. Yo les deseo el bien a todos los negocios de Rioja Alavesa, que cada cual prospere todo lo que se pueda.
.- Muchas gracias, Pedro
Fíjate -sonríe-, es la primera vez que me hacen una entrevista en mi vida.
.- Pues lo has hecho muy bien. Éxitos para ti y tus hijos. Que Dani Garrido triunfe en la Real.
DESPUÉS de todo una mañana trabajada, hay buen ambiente de vendimia junto a la bodega.
He roto durante 20 minutos el ritmo de los cuatro vendimiadores, que se han mostrado muy acogedores. Tras las entrevistas a los dos socios, hemos hecho unas fotografías y no nos han dejado marchar sin comer “unos boquerones con pimientitos de huerta”, que solo el nombre ya alimenta.
El gerente de COVILA, Pablo Sampedro, y yo nos hemos despedido de la cuadrilla, que ahora podrán recuperar el ritmo que llevaban. En estos momentos estamos parados sobre una colina de Lapuebla de Labarca, desde la que se divisa una gran parte de la Comarca.
Pablo me cuenta que si junto al Ebro la tierra es de arena o cascajo, muy suelta, pero que al pasar la carretera, a unos 200 metros, ya cambia el suelo.
EL GERENTE de COVILA, Pablo Sampedro, conoce bien las viñas de Lapuebla.
Con la mano va señalando diversas colinas. Es de Laguardia, pero se conoce Lapuebla como la palma de su mano. “Ribaltallo, Las Cañas, Los Monjes, Peñaflorida, Peñaelcuervo, Sobrelacueva…
.- ¿Qué me dices de la formación de los socios viticultores?
Hay gente que es muy buen agricultor, que sabe porqué hace las cosas. Hay otros que siguen el criterio “de siempre se ha hecho así”. Eso hace daño. La formación es fundamental, pero es un problema estructural en la Comarca. Tenemos un problema, y es que vivimos bastante bien. Y claro, no se ve la diferencia entre el esfuerzo y el no esfuerzo.
IMÁGENES de una parte de los Veintidós de la Cooperativa en los pasillos de la Bodega.
.- ¿A quién admiras de esta Comarca?
En Rioja Alavesa admiro a mucha gente, y me quedaré corto si hablo de unos y me dejo a otros. A gente que lo ha hecho bien en diferentes ámbitos.
Admiro a los que han conseguido gestionar lo suyo, y transmitir a los hijos su pasión para que sigan adelante con sus viñedos, formándose, aprendiendo. Hay mucha gente joven que en Rioja Alavesa mira las viñas y la bodega con una gran inquietud.
DE MEDIA, cada día de Vendimia entran unos 80.000 kilos de uva en la Bodega.
.- Habrá alguien especial a quien admires, seguro.
Está mal que yo lo diga, pero admiraba mucho a mi padre Carlos San Pedro (él escribía el apellido así, separado), que teniendo otra profesión, pues era profesor de Secundaria en Laguardia (fue muchos años el Director del Instituto), nunca abandonó su profesión de vitivinicultor, pues siempre mantuvo y cuidó las viñas viejas, y siempre hizo vino…
Mi padre preparaba con vocación sus clases como profesor, pero siempre gestionando su viñedo, pensando siempre que su uva era para hacer vino y no para venderla. Al final es una filosofía de vida.
EL gerente de COVILA entre las barricas de la bodega.
.- ¡Háblame de esas 22 familias que hoy son la Cooperativa COVILA de Lapuebla!
Exactamente. La cooperativa son los socios, los trabajadores y luego ya los clientes y personas que confían en nosotros.
Son gentes -de unos 53 años de edad media- que están muy apegadas a Lapuebla. Son de aquí y ejercen como tales. A partir de ahí hay un perfil muy diverso. Desde gentes que gestionan directamente sus viñas, y esa es su profesión, son viticultores que sólo se dedican al cultivo de la vid.
Luego hay otra gente que ha tenido las viñas como segunda ocupación el fin de semana. Es gente que cree en un proyecto, en una idea compartida, de colaborar y sacar entre todos la Cooperativa adelante. Conseguir algo que de manera individual no se podría lograr.
.- ¿Qué me dices de los hijos e hijas de los cooperativistas?
MÁS familias, distintas generaciones, son las raíces y el futuro de la Cooperativa.
Entre sus hijos hay de todo, desde gente que ya se ha incorporado, que son varios, parte de los cuales están en la junta rectora, y los estamos involucrando más en la gestión de la empresa porque son el futuro de COVILA.
Y otros que se están incorporando a las explotaciones de sus padres. Vemos que sí hay muchas explotaciones pequeñas que llevan las viñas a tiempo parcial. También hay algún agricultor que se está jubilando y no tiene relevo generacional.
.- ¿Existe un sentimiento entre los socios de la Cooperativa de pertenencia a Rioja Alavesa?
Sí. Todos nosotros tenemos ese sentimiento de pertenencia a Rioja Alavesa. Después del pueblo, sea Lapuebla o sea Laguardia, lo que más nos define es Rioja Alavesa.
TRABAJADORES/AS de COVILA en la Mesa de Selección.
.- ¿Veintidós propietarios en la Cooperativa son 22 bodegas sumadas?
Podría ser eso, sí, 22 bodegas sumadas. En el planteamiento inicial lo fueron porque la mayor parte de aquellos socios de hace 29 años eran gente que hacían su propio vino. Pero hoy hay algunos que más que ser bodegueros son viticultores. Pero podría entenderse como 22 bodegas familiares pequeñas.
CAMINANDO por la bodega, Pablo recibió la llamada del presidente de la Coop.
No podemos irnos de Lapuebla de Labarca sin entrevistar al “jefe”, como llama Pablo al presidente de la Cooperativa, Ramón Emilio Muro, electo y reelegido en COVILA durante los últimos 15 años.
Por la mañana, Ramón Emilio ha llamado por teléfono a Pablo para hacerle alguna consulta. Después hemos andado detrás de él, que hoy está -como tantos otros- en plena brega con la vendimia.
EL presidente de COVILA en una fotografía que le hizo la Cooperativa en el campo.
Cuando le vemos, está cambiando el tractor de sitio, para que sus vendimiadores temporeros tengan más fácil echar los racimos de uva vendimiada al remolque.
«Somos viticultores que hemos creado una empresa para comercializar nuestros vinos».
RAMÓN Emilio Muro, presidente de la Cooperativa desde hace 15 años.
Se nos está echando la tarde encima. Así que ésta será la última entrevista por hoy en COVILA. A Ramón se le nota que lleva en el campo toda la vida. Lo lleva en el ADN. Ha tenido la fortuna de conocer a su bisabuelo, a su abuelo, a su padre. Todos viticultores. Todos. Eso imprime carácter.
.- Ramón Emilio, háblame de la importancia de esta cooperativa vuestra.
Las cooperativas en Rioja Alavesa son bodegas que agrupan a un montón de socios. Cada cooperativa gestiona su empresa de una forma. Las hay que elaboran para vender a granel. En nuestro caso vamos bastante más allá, llegando hasta el consumidor final que compra nuestros vinos. Nosotros somos más independientes que otras. Somos una bodega más de Rioja Alavesa.
.- ¿Te imaginas tu vida sin esta cooperativa?
LO QUE SE HA LUCHADO, es lo que destacan los socios… y lo que queda!
Llevo ya casi 30 años aquí y hemos luchado mucho, pero mucho por ella.
.- ¿Cómo fueron los primeros años?
Fueron difíciles. Al principio nos agrupamos porque no teníamos dónde echar todas las uvas. Así hicimos unas inversiones para poder recoger todas las uvas -cuya producción aumentaba año a año- en una instalaciones como es debido, y rentabilizarlas mejor. Eso nos llevó a más inversiones para el embotellado y seguir luchando día a día.
.- ¿En qué se ha convertido COVILA veintinueve años después?
En una bodega comercializadora. Al principio sólo hacíamos vino joven. Y hoy tenemos casi un 50% de vino Crianza. Son pasos costosos para los socios, pero a la larga serán satisfactorios para todos.
TEMPRANILLO recién vendimiado, con vocación de buen vino!
.- Quienes se marcharon, ¿no lo supieron ver?
Habría muchísimas razones que explican su marcha, diferentes según cada cual. Unos por jubilación, otros porque igual no lo han sabido ver, otros porque el mercado te exige más y es más fácil llevar las uvas a otra bodega que te paga y no te exige implicación alguna.
.- ¿Qué oficio es el que mejor te define?
Yo soy viticultor, pero al final somos viticultores que hemos creado una empresa para comercializar nuestros vinos.
.- ¿Qué os da a los viticultores el vínculo con la tierra?
RAMÓN Emilio Muro, viticultor y presidente de la Cooperativa de Lapuebla.
Libertad y conocimiento humano en el mundo rural. Yo conozco a todos los vecinos de Lapuebla, cuando en las ciudades la gente no conoce ni a sus vecinos.
.- ¿Cómo repartes tu pasión entre las cepas de El Risco -donde estamos- y el vino?
A mí me emociona todo. El día a día del campo, el aire libre, pero también me emociona acompañar a Pablo al mercado y ver cómo lo hacemos para competir con todas las bodegas del mundo.
.- ¿ Por qué un país del otro lado de la Tierra debería comprar vuestro vino?
OLIVOS Y VIÑAS en tierras de Lapuebla de Labarca.
Deberían saber nuestra forma de vivir en Rioja Alavesa. Los 22 socios de la Cooperativa llevamos vinculados a la tierra toda la vida aquí en Lapuebla, junto al río más extenso de España. Somos diferentes, porque si Rioja es la DO más importante de España, fue de Rioja Alavesa de donde salieron los primeros vinos de la DO. Lapuebla lleva dedicándose al vino durante cientos y cientos de años.
En el pasado, hasta aquí venía mucha gente a comprarnos el vino. Quizá por eso nos quedamos atrás en la comercialización. Quizá por eso llegó un momento en el que no sabíamos vender fuera nuestro vino.
Una vez más la raíz que permanece cómoda porque tiene agua en abundancia…
.- ¿Tus hijos se van a implicar en el Campo?
El hijo ya está conmigo. No ha sido buen estudiante, pero le gusta el campo. Así como la hija, de 21 años, está haciendo Químicas en la Universidad.
MIENTRAS los viticultores paran para comer, las uvas duermen en la viñas su último sueño antes de hacerlo durante mucho tiempo en la bodega de la Cooperativa.
Esperemos que bastantes más que otros treinta. Y que mientras tanto sepamos disfrutar de lo que es nuestro y de ese sentir con el que trabajamos la tierra y hacemos nuestros vinos.
.- Ramón ¿estás seguro que no cambiarías COVILA por tener una bodega familiar propia?
Esto es mucho más divertido. Y mira, es muy importante estar unidos en un proyecto cooperativo. No hubiéramos sido capaces de llegar tan lejos.
.- “Si quiero ir deprisa iré solo, pero si quiero llegar lejos iré acompañado”.
Exacto. Eso es COVILA.
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ENTRE los dos artículos de la Cooperativa de Lapuebla habrá unos 14 ó 16 folios. Enhorabuena por este inmenso trabajo. Qué manera de contar, preguntar, conjugar las historias. Trenzar la narrativa del viaje a la vendimia. Este blog es un yacimiento de gentes, historias, noticias. Un mundo de realidad y, a la vez, fabuloso en su universo. Un yacimiento de palabras. Algo formidable y bien contado. Un placer, como dice Carmen Sarmiento, premio Nacional de Periodismo, en el artículo de ayer sobre Oteiza. Muchas gracias por toda esta ingente labor difusora de una comarca que, por momentos, suena universal.
Muchas gracias, Begoña Tudela. Nos tomamos tus palabras, y las de Carmen Sarmiento que citas, y las de todos y todas l@s que se animan a escribir sus comentarios en el Blog como un auténtico Premio
Si bien
hay un premio tan importante casi como vuestras palabras, la pasión cotidiana que sentimos por el Periodismo.
Saludos cordiales.
Raíces es una palabra muy apropiada, pero no sólo para los viticultores de Lapuebla de Labarca. Al agruparla con Familia cobran juntas eso que dice el presidente de la Cooperativa, que «es muy importante estar unidos en un proyecto cooperativo», y la familia lo es en amplio sentido semántico del término. Esa frase del presidente me sabe a país, donde las Cooperativas vascas han sido motivo de inspiración en el mundo entero. ¿Acaso un país no es un proyecto colectivo? Como recuerda ese viejo proverbio africano muy bien traído al final de las entrevistas reportaje: «Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado».
Zorionak!
Eskerrik asko, Kepa Urdangarin. Vivimos dentro de ese proverbio africano, con un proyecto colectivo en nuestras manos, con raíces e identidad. Y como decía Eduardo Chillida, con las manos abiertas al mundo. Saludos cordiales.
¡Buen reportaje!
En el marco incomparable de ese Paisaje, si a lo contado le sumamos una nueva cantera de jóvenes generaciones que apuesten por el Conocimiento y la Formación, el resultado va a ser maravilloso. El mejor de los escenarios para Rioja Alavesa… y Euskadi entera.
Muchas gracias, Lea Madariaga. Saludos!