Oct 04, 2018

La huella indestructible de Elvillar

Anastasio Arrinda Albisu fue párroco de Elvillar durante sólo un año, de 1939 a 1940, pero esos doce meses le acompañaron durante el resto de su vida, hasta que murió el año 2004 en Deba.

Anastasio Arrinda Albisu

ANES ARRINDA siempre tuvo presente a Elvillar, donde solo vivió un año como sacerdote.

Conocí a don Anastasio Arrinda -Anes para los más cercanos- a los pocos días de mi nacimiento; justo el día de mi bautizo. Fue un mes de agosto de 1953 y él fue el encargado de regar mi entonces tierna cabeza.

Alex Turrillas Aranzeta *   

Desde entonces, hasta el día de su muerte el 20 de mayo de 2004, nuestra relación fue absolutamente cercana. Tenía motivos para ello. Su hermano Donato, también sacerdote, fue compañero de mi padre en el seminario de Vitoria; yo fui monaguillo suyo desde mi más tierna infancia, posteriormente seminarista, lo cual era un plus, y con el paso de los años simplemente muy buenos amigos.

Cuando murió le quedó pendiente su gran ilusión: la realización de la Historia Ilustrada de Euskal Herria en la que además intervendríamos mi amigo Jose Ignacio Treku y yo mismo. Fue una pena.

Anastasio Arrinda Albisu

ANES Arrinda con el autor del artículo, Alex Turrillas Aranzeta, en la presentación de un libro.

Cuando Anes llegó a Deba en 1950, ya habían pasado casi diez años desde que dejara la parroquia de Elvillar donde ejerció como párroco durante un año; desde 1939 a 1940. No obstante, recuerdo que el nombre de esa población alavesa estaba muy a menudo en su mente y en sus labios.

Gracias a él todos los chicos de Deba supimos dónde se encontraba Elvillar.

Anastasio Arrinda Albisu

ELVILLAR en 1930… por ahí caminó Arrinda entre 1939 y 1940, cuando tenía 26 y 27 años.

Como experto y amante de la prehistoria, historia y etnografía convertía sus catequesis en interesantes clases donde nosotros dejábamos volar la imaginación para retroceder en el túnel del tiempo.

Nos comentaba, y además lo dejó escrito, que siendo párroco de Elvillar se llevaba a los monaguillos a realizar sus pesquisas arqueológicas… Qué curioso, también lo hacía en Deba.

“Voy alguna vez con los monaguillos a la cueva de Los Husos, sin enterarme de la importancia que tendría más tarde por contener los estratos prehistóricos que sirven de pauta para la clasificación de otras cuevas”

“Otro tanto me sucedía con aquel término de la Choza de la Hechicera que hollé con mis plantas ignorantes, desconocedor del tesoro megalítico que encerraba el lugar, aunque el nombre nos lo estaba gritando a voces”.

Anastasio Arrinda Albisu

ELVILLAR en 1948Rebaño de ovejas cerca del túmulo del Dolmen de la Hechicera. 

Nunca olvidaré sus entretenidas catequesis con la romanización como tema más sagrado: nos hablaba sobre la introducción en Euskal Herria de las nuevas tecnologías agrícolas por los descendientes de Rómulo y Remo; entre ellas la técnica de la elaboración del vino. Era un tema que le gustaba.

Con él nos enteramos de que las palabras vascas “kupela” , “tolare” o “Katillu” no eran tan vascas como pensábamos ya que la primera procedía de “cupa” (cuba) , la segunda del sustantivo latino “torculum” (prensa) y a su vez, del verbo “torculare” (prensar), y la última de “catilum” que era como los romanos llamaban al vaso o recipiente utilizado entre otras cosas para el “txikiteus romanorum” (sea dicho esto último con sentido del humor).

Anastasio Arrinda Albisu

UNO de los libros publicados por Anastasio Arrinda con el Instituto Labayru.

Y cada vez que había que poner un ejemplo sobre la elaboración del vino siempre se trasladaba a Elvillar, de donde nunca faltaba una anécdota o un hecho curioso.

Fue breve el tiempo que allí estuvo, tan solo un año, pero la marca de la villa riojanoalavesa debió ser profunda.

Hace unos días uno de mis hermanos me comentaba un hecho que demuestra el cariño de Anes para con Elvillar. Sucedió en 1965 y habían transcurrido ya veinticinco años desde que dejara de ser párroco de aquella población.

Anastasio Arrinda Albisu

EN este libro, Anes eligió el dolmen de Arrizala (Álava) para situarlo en portada.

El grupo de danzas Gure-Kai, fundado por el propio Anes, fue invitado a actuar en un programa en los estudios de Televisión Española en Prado del Rey; todo un lujo en aquellos incipientes años de la televisión en España. Fue un programa amplio donde hubo desde danzas vascas hasta deporte rural. El programa lo amenizaban dos actores muy populares en aquel tiempo: Bolinche y Chapinete.

La actuación de la expedición debarra fue todo un éxito y para celebrarlo, el viaje de regreso a Deba a través de la Nacional-1 sufrió un desvío, seguramente programado, para celebrar en Elvillar el éxito de los jóvenes artistas.

Anastasio Arrinda Albisu

EL grupo Gure-Kai en los estudios de TVE, 1965. Hay anécdotas que lo dicen todo.

La recepción al ex párroco de la villa y sus muchachos fue de órdago a la grande, con un recorrido por el pueblo y visitas a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción (misma advocación que en la parroquia debarra), y a las bodegas, donde no faltaron las chuletillas de cordero al sarmiento y el buen vino, pues por aquel entonces hasta los chavales bebíamos vino; según creencia popular prevenía enfermedades y era bueno para el desarrollo, siempre que no se excediesen los limites. ¡Cosas del pasado!

Según cuenta mi querido hermano, aquellos trajes de dantzari  impolutamente blancos con los que salieron de Madrid, tras el paso por las bodegas del pueblo alavés, llegaron a Deba con el color del Tempranillo de la última añada.

Como dato curioso decir que uno de los txistularis del grupo que triunfó en Prado del Rey era el hoy ilustre doctor Ricardo Franco Vicario, un hombre polifacético y culto como pocos, presidente entre otros numerosos cargos de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao y miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. Él también recuerda con gracia aquella visita a Elvillar.

Anastasio Arrinda Albisu

ANES inauguró en Deba un paseo con su nombre… que bien pudiera llegar hasta Elvillar

Es curioso cómo una breve estancia en un lugar, en un entorno agradable y con una gente maravillosa, puede marcar huella tan indeleble en una persona.

Seguramente a las jóvenes generaciones de Elvillar no les suene de nada el nombre de Anastasio Arrinda Albisu, el hijo del primer capitán de bacaladeros de la PYSBE en Terranova, Eustakio Arrinda.

Anes fue toda una eminencia: autor de numerosas obras sobre historia,  etnografía e incluso literatura infantil. También fue un gran lingüista, no en vano ostentó el cargo de presidente de la Academia Popular de la Lengua Vasca Euskerazaintza.

 

*Marino, publicista, amante de la Historia y la Literatura. Humanista.

8 respuestas a “La huella indestructible de Elvillar”

  1. Gerardo Olano Medran dice:

    Muchas gracias Julio, por hacernos conocedores de una parte de nuestra historia reciente.
    A mí, en principio, el nombre de Anastasio Arrinda no me sonaba; pero he preguntado a personas mayores y creo que tenemos ante nosotros a una persona a la que Elvillar le tiene mucho que agradecer.
    Por eso, cuando terminemos la vendimia nos pondremos manos a la obra.
    Seguiremos en contacto, ya que seguro que te pediremos ayuda.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Alcalde. Seguiremos con nuestras pesquisas en Deba y en Elvillar, los dos pueblos a los que tanto amaba don Anes Arrinda. Hay una historia de salvaguarda de la vida humana que queremos desentrañar, y homenajear. Si confirmamos lo que esta pasada noche hemos hablando -que lectoras y lectores nos permitan ser cautos, que no enigmáticos-, será bueno para el patrimonio histórico de Elvillar, de Deba, de Euskadi y de la Humanidad en su conjunto.

      Con lo que hoy hemos publicado. Con ese amor a Elvillar -que siempre tuvo tan presente, a pesar de haber pasado en él tan solo un año-, con su dedicación y su fervor, ya es más que suficiente para ver la dimensión de don Anastasio Arrinda. Pero con este tema vamos a seguir, una vez que recabemos toda la información.

      Saludos cordiales, Gerardo Olano Medran.

  2. Javier Fernández Eraso dice:

    El artículo es muy emotivo. Pero no me extraña. Elvillar, Rioja, sus gentes, sus paisajes, tiran mucho. He excavado desde 1985 a 2015 y nunca me he sentido ajeno ni rechazado. Siempre me han acogido como a uno más del pueblo. Por eso les estoy y les estaré siempre agradecido.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, querido catedrático de Prehistoria. Ese «como uno más del pueblo» me resulta entrañable y cercano. Llevo muchos menos años que tú, y confirmo plenamente lo que dices. Es el hechizo de Rioja Alavesa, el de Elvillar.

      Un abrazo, Javier Fernández Eraso!

  3. Acerca de los nombres romanos nos queda AGUR, del saludo romano Augurio.

    Domine Ostia que es el nombre con el que se conocía a San Sebastián porque fue asaeteado en el puerto de Roma, Ostia, y se le conocía como Don Ostia, abogado de la peste y muy venerado.

    Los Austrias con su enorme influencia, desplazaron la veneración de Don Ostia por San Roque mucho más reciente.

    Hay que agradecer a San Sebastián su fidelidad por el de Ostia.

  4. Una historia tan sencilla como bonita. Me evoca tantos momentos de veranos irrepetibles en lugares a los que nunca volví y de los que llevo hablando media vida
    Un gozo sin duda

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Muchas gracias, Txabi. Es muy cierto eso que dices. Hay mil variantes, dependiendo de los caminos de la vida. Un lugar donde pasaste tres meses, al que retornas toda la vida con una cadencia de dos años y… mientras tanto mantienes contacto por email, por whatshapp, y con una postal navideña al año. Pero los puentes siempre están ahí para cruzarlos. Pero sí, la vida te enreda.

      Como decía el bolero, si tú -y aquí pongamos el lugar que sea y la gente aquella- si tú me dices ven, lo dejo todo!

      Saludos cordiales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Recibe nuestras novedades

Newsletter

Acepto que Blog Rioja Alavesa utilice mis datos para acciones de marketing

Rioja Alavesa
Hazi
Cuadrilla de la guardia