Mar 14, 2017

Vino y Aceite en las Vasijas del Museo Arqueológico

El Arkeologi Museoa de Bilbao (situado junto a la Plaza Unamuno) es un joya donde late una parte de nuestra historia, presentada con un amor infinito, como cuando, al decirle lo rico que está un buen guiso, nuestras amatxus nos contestan que ha sido cocinado con todo el cariño del mundo.

Museo arqueológico de Bilbao

FACHADA de Arkeologi Museoa de Bilbao, situado en Calzadas de Mallona, 2.

Lo cierto es que no esperaba encontrar en mi paseo por el Museo Arqueológico de Bilbao la palabra “vino”, ni a su prima hermana “aceite”. Hace tiempo que vivo con un sexto sentido, que se despierta en cuanto llega a mí algo que tiene que ver con la viña, los viticultores y viticultoras, las bodegas, olivos, el Paisaje Cultural y, por supuesto, con Rioja Alavesa.

Museo arqueológico de Bilbao

Museo arqueológico de Bilbao

Allí estaban las palabras engarzadas: aceites, cereales y vinos dándose la mano, junto a grandes vasijas y unas pequeñas anforetas que hace siglos acogieron el hermoso tesoro de nuestro goce y alimentación. Aceite / Vino me llevaron de repente por un viaje imaginario al pasado remoto.

Museo arqueológico de Bilbao

ALGUNO de estos recipientes pudieron ser utilizados como luminarias de embarcaciones.

En mi cabeza se puso en marcha un mundo de arrieros, pellejos de cabra y cerdo, de trasiego de líquidos. Toda un época antigua cobró vida, abriéndose camino mis otros cinco sentidos. Cerré los ojos y pude escuchar, en el silencio del Museo, la algarabía fresca de los puertos de Lekeitio y Bilbao. Y más. De repente el oleaje me trajo desde el fondo del mar el salitre y la alegría de los marineros que comerciaban con el sabor de los dones de la tierra.

Museo arqueológico de Bilbao

VASIJAS de almacenamiento de aceites y vinos encontradas semienterradas en Lekeitio y Bilbao.

Pude ver en mi imaginación cómo en nuestros puertos del Océano Cantábrico un grupo de fuertes marineros cargaban o desplazaban de las bodegas de sus embarcaciones una colección de paños baratos junto a otros de mayor calidad, como encajes y tapices, también lana de Castilla, Aragón y Navarra. Y cómo no, hierro en barras, armas y herramientas…

Museo arqueológico de Bilbao

MAPA de la época romana, fotografiado en el Arkeologi Museoa de Bilbao.

¿Y el  vino? ¿Y el aceite? El poder de la imaginación te puede llevar, en un Museo, del siglo XVI a los primeros siglos de nuestra era, cuando los romanos ya utilizaban ánforas y botijas de cerámica para transportar en aquel barro cocido la ambrosía que acompañará al ser humano hasta el último día de su vida.

Museo arqueológico de Bilbao

COLUMNA romana encontrada en El Berrón, cerca de Balmaseda (Bizkaia)

Mi visita al Arkeologi Museo pide que me ciña a los hechos y deje la imaginación en su lugar. Así que volvamos al siglo XVI, a las tinajas de cerámica y a los textos del Museo. Estos nos cuentan que “para acoger las mercancías se construyeron almacenes y rentarías junto a los puertos, dotados de recipientes y depósitos adecuados para su conservación”.

En Lekeitio y en Bilbao se localizaron grandes vasijas de almacenamiento de líquidos, del siglo XVI. Estaban semienterradas, así como otros recipientes de menor tamaño, destinadas a contener grasas, aceites, cereales, vinos u otros productos.

Museo arqueológico de Bilbao

VASIJAS encontradas en Lekeitio y Bilbao. Almacenan casi 500 años de Historia.

Barro. Barro cocido. Hermosura de cerámica. Pensar en aquellas manos alfareras y en aquellos inmensos hornos de al menos 500 grados de temperatura. Un volcán de creatividad, objetos de terracota, de loza, de porcelana.

En el Arkeologi Museo están las fotos de aquellos depósitos encontrados, datados con 500 años de historia. De igual manera conservan dos grandes tinajas de casi dos metros de altura, por 150 centímetros de ancho a las que acaricié suavemente.

Hay otra fotografía con unas anforetas de cerámica, del siglo XVI, encontradas éstas en Bilbao: unos recipientes más pequeños que pudieron ser utilizadas como luminarias para las embarcaciones, con aceite para encender, y algunas de ellas para acoger el alma del vino… vaya usted a saber.

Boca-de-Vasija

SON TANTAS las veces que les pedimos a los objetos que ‘hablen’. Sería tan maravilloso escucharles, si se pudiera!

No están aquí tantos otros jarrones, tantas vasijas de vino que pasaron de mano en mano en Rioja Alavesa. No están los vasos de barro. Barro cocido. No están las bocas que bebieron y brindaron… ¿O sí? Son la tuya, la suya, la de aquella, la mía. Bocas de entonces que están entre nosotros. Suspiran, cantan, beben y gritan por la vida. La vida que almacenamos en el recipiente de barro de nuestro corazón. Está la niña y el zagal que crecieron en la matriz de alfarería más pura, el vientre de nuestras madres.

Somos barro, barro cocido, destinado igualmente a contener música, literatura, furia, historias, nostalgias, aceite y vino. Somos barro cocido, bien horneado por nuestras amas y aitas. Horneados, sí, con todo el amor del mundo.

12 respuestas a “Vino y Aceite en las Vasijas del Museo Arqueológico”

  1. Kepa Urdangarin dice:

    Decir «me encanta» es poco decir. Me he quedado de barro, de vivo barro y necesito una copa de buen vino de Rioja Alavesa.

  2. Lea Madariaga dice:

    Entrañable y bella reflexión. Sí, somos barro e Historia acumulada en nuestras memoria personal y colectiva. Y hace mucho mucho tiempo que nuestra sangre marida con el vino.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Sí, Lea. Nuestra sangre es la de aquellas y aquellos que nos la han ido legando de generación en generación desde hace cientos de miles de años. Gracias.

  3. Polvo han sido, más polvo enamorado, amasado con vino… de las Riojas Alavesas.

  4. Piti Alfaro dice:

    De la misma manera que el barro cocido rezuma el líquido que contiene, este blog rezuma amor por las tradiciones, el vino y la tierra alavesa.

  5. Paqui dice:

    Me ha encantado toda la explicación,
    Venimos del barro .
    La mejor comida cocida en barro, bebiendo en un vaso de barro.
    Gracias por transportarme a la infancia .

  6. Lee el artículo «Beheko kaleko altxorra» y descubre la historia de las tinajas encontradas en Lekeitio.

    • Blog Rioja Alavesa dice:

      Eskerrik asko, Iñaki Madariaga. Hermosas ilustraciones, y un buen trato en los textos de diferentes idiomas. Un cordial abrazo.

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