LA SIERRA desde Samaniego… y el árbol reclinándose ante ella.
Háganlo si tienen un científico a mano. Pregúntele y le pondrán en un aprieto. Su cerebro se rebelará, se atascará, casi explotará intentando imaginar esa fábula. Esa invención, esa quimera. Esa ficción.
Pregúntenle, por favor.
Porque la Sierra imprime tanto carácter a la ecología, al clima, a las costumbres, tanto a la historia, a la demografía, al paisaje… que Rioja Alavesa sin Sierra no sería Rioja Alavesa.
DETRÁS de Páganos, el cierzo la oculta momentáneamente.
No sería sonsierra, sería como Entre-deux-Mers en Burdeos, una planicie ribereña entre el Ebro y el Ega. Sería un país para Patatas y Remolacha, no un país para Vino y Viñedo.
Insistan, aun así insistan, ya saben que no se consigue nada sin tenacidad. El amigo de Ciencias pensará que estás planeando una barbaridad poética. Entonces tratará de recomponer sus neuronas y te recordará que sin Sierra, sin Viñas, sin un Vino tinto tan especial del que Álava se abasteció durante ocho siglos… este Territorio Histórico sería…
LA SIERRA en febrero de 2018, desde Leza, poco antes de que empezara a nevar.
Cómo decirlo… Sería diferente. No se habría vertebrado hacia el sur de la manera que lo ha hecho. Sin Sierra, cuesta imaginarlo, seríamos una cosa bien distinta. Casi … como sin nuestra madre y nuestro padre.
DESDE Laguardia… y en su regazo toda Rioja Alavesa.
Qué sería de Arabia Saudí sin petróleo, de Donostia sin mar, de Bizkaia sin hierro, qué sería de España sin sol, de la mano derecha sin la izquierda, de un pecho sin un corazón latiendo, qué sería de los esquimales sin hielo, qué sería de mí sin ti, qué sería de ti sin mí. ¡¿Qué sería?!
FOTOGRAFÍA Jose Miguel Rodriguez Martinez.
Recordemos entonces lo que decía el poeta: ‘Se canta lo que se pierde’. Durante unos segundos, en nuestra imaginación, casi habíamos perdido la Sierra de Cantabria-Toloño, como en un mal sueño. Pero ahí está ella, ahí estaba y ahí continúa para que la sigamos mirando cada día, sonriendo cuando parece que se va con las sombras, cantando al amanecer.
ELCIEGO con la Sierra madre al fondo.
Por eso aquellos plantaron las vides. Para celebrarla enterita. A la Sierra, y a la Vida.
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Vaya canto a la Sierra de Toloño! Es verdad que aunque ahí está siempre para todos los que la podéis contemplar a diario, hay que cantar y admirar su belleza y el que sea la orgullosa madre de todos esos viñedos. Es preciosa, espectacular!
La Sierra lo merece, desde Labastida hasta el León Dormido. Gracias Karmele. Saludos.
Sin entrar en polémicas, son momentos de unión, siento decir que a toda la sierra se le llame Toloño, me resulta extraño.
Yo siempre la he conocido como sierra cantabria.
Polémicas aparte, sí que quiero dejar mi sentimiento a dicha sierra, con especial punto de referencia, el León Dormido.
Hace años que la Academia Vasca de la Lengua Euskaltzaindia y el propio Gobierno Vasco lo hicieron oficial, estimado Fernando. He escuchado y leído a unos y a otros en sus publicaciones. Si se le llama así es porque hay una base documental muy importante.
El León Dormido tiene una gran belleza. He subido ya tres veces a lo más alto de la Sierra. Tengo una excursión pendiente al León Dormido. Caerá este año de 2018, si hay Salud.
¡Qué hermoso que digas que SON MOMENTOS DE UNIÓN! Aunque haya polémica, la unión, como la Sierra, ¡siempre ahí! Un fuerte abrazo.
Todos los paisajes tienen su ser, en los que no sobran ni faltan ni las más mínimas briznas de hierba… así que… Ni se le ocurra desaparecer a la Sierra de Toloño!!! Aún he de subir a ella!
Muchas gracias, Alberto. Si te animas, un día de 2018 iremos camino arriba del León Dormido. Quizá… hasta nos acompañe Fernando M. Bujanda. O Joserra Elorriaga. Saludos cordiales.
Bellísima descripción de la Sierra de Toloño. Espectacular fotografía de Páganos con el cierzo de la sierra detrás, que parece querer engullir a la iglesia de la Asunción de Páganos. Foto que parece pertenecer a los efectos especiales de una película de Steven Spielberg.
Monumental farallón de roquedos que protege nuestros viñedos y olivares de los fríos vientos norteños, creando un microclima especial, cálido y luminoso. La sierra hace que esta zona sur de Álava se convierta en el paisaje cultural del vino y del viñedo más mediterráneo de Euskadi.
Comprendo a Fernando M. Bujanda sobre el nombre de la sierra. Yo también hace un cuarto de siglo pensaba de la misma manera, hasta que las personas mayores de muchos lugares de Rioja Alavesa me sacaron de dudas y me aclararon el tema.
Por cierto, que este viernes, día 9 de febrero, estaré en la Casa Garcetas de Laguardia, Oficina de Información y Turismo, junto con el académico Roberto González de Viñaspre y el sacerdote-etnógrafo José Antonio González Salazar, presentando el libro «Sierra de Toloño, nexo de la Montaña y la Rioja Alavesa». La presentación será a las 19:00 h.
La Sierra de Toloño es bella, sorprendente y sugerente en cualquier época del año, ya esté bajo la nieve, el sol o la niebla. Me apunto, Julio, a esa subida que programas al León Dormido o Peña de Lapoblación.
Muchas gracias, José Ángel Chasco. Enhorabuena por ese libro, fruto de muchas horas de trabajo, que animo a la ciudadanía de la Comarca a leer, y por esa inminente presentación en Laguardia. Tienes muy buenos escuderos a tu lado. Saluda por favor especialmente de mi parte a José Antonio González Salazar, uno de nuestros sabios.
Respecto a la subida, al parecer ya somos unos cuantos para caminar hacia el León Dormido. Esperaremos a que ‘despierte’ por primavera. Saludos cordiales.
Lo que dice Alberto me recuerda aquel poema de Hojas de Hierba, de Walt Whitman.
La Sierra configura un paisaje y una existencia de milenios. ¡Somos tan poca cosa a su lado!
Aún así… ¡Qué sería de Rioja Alavesa sin sus agricultores y bodegueros! ¡Qué sería sin todas sus instituciones. Sin su Historia acumulada. Sin sus jóvenes. Sin todas y cada una de las personas que laten con ella! La Sierra es el gran decorado, más aún, la que crea el microclima adecuado. Está bien sentirlo al mirarla desde abajo. Y desde sus cimas debe ser una maravilla. También me apunto a ese día de montaña, si ha lugar.
Tienes razón. Todo es tan importante… Me había ocurrido lo mismo, Jon, con la primera frase de Alberto. Pensé en el célebre poema «una hoja de hierba» del gran poeta norteamericano Walt Whitman. Aquel que dice (traducido por el poeta zamorano León Felipe):
Creo que una hoja de hierba, no es menos
que el día de trabajo de las estrellas,
y que una hormiga es perfecta,
y un grano de arena,
y el huevo del régulo,
son igualmente perfectos,
y que la rana es una obra maestra,
digna de los señalados,
y que la zarzamora podría adornar,
los salones del paraíso,
y que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza a las máquinas,
y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera todas las estatuas,
y que un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.
Muchas gracias por tus palabras. Nos pondremos de acuerdo en esa subida al León Dormido. A ver si José Ángel Chasco, o Fernando M. Bujanda nos guían hasta lo más alto. Saludos cordiales.
La Sierra ha sido nuestra segunda casa, le debo a mi marido este sentimiento, cargaba con los niños para alcanzar todas las cimas a Saeta no había quien le siguiera en esos hayedos, en esas rocas desnudas.
La gracia de LA SIERRA la define su ORIENTACIÓN el sol la recorre cada día, durante su paseo de Oriente a Occidente y sirve de espejo para aumentarnos LA LUZ, Nos llena de vitalidad, de nervio y atrae poderosamente al Ebro, nos lo acerca, nos lo retuerce, nos hace meandros preciosos. Al Ebro le cuesta salir de nuestras tierras, le cuesta seguir el camino hacia otras tierras y nos abraza una y cien veces…
Somos su SOSIERRA, pero somos gente que devuelve esa fuerza siendo primero sencillos y después muy abiertos. Los espejos pequeños no nos gustan,no somos gente de yo, me, mí, conmigo…
Muchas gracias, Victoria. Hermoso lo que dices del Ebro… «nos abraza una y cien veces». Memoria y saludos cordiales.
Los paisajes nos conforman personal y colectivamente. La Sierra de Toloño es de una belleza, magia y fuerza sobrecogedora. Una maravilla de la Naturaleza.
Muchas gracias, Lea Madariaga. Realmente la Sierra sobrecoge. Saludos!
Uno de los rincones de Euskadi mas genuinos y bellos está en Rioja Alavesa, entre la Sierra de Toloño y el río Ebro. !Un verdadera lujo de lugar, de gentes e Historia volcada en el Viñedo!.
Muchas gracias, Rafael Goikoetxea. Ya veo que conoces la Comarca. Se agradece tu mirada escrita en este Blog. Fuerte abrazo!
Por supuesto que estoy encantado de participar en la subida al León Dormido.
Buen paisaje y mejor compañía, una gozada.
Para Julio y José Ángel Chasco, gracias por vuestro comentario sobre mi nombre a la Sierra.
Gracias, Fernando. Parlarem. Saludos cordiales!
No veo mayor problema en que la Sierra del Toloño (de Cantabria) tenga varios nombres como lo pueden tener las variedades de uva en un mismo país o en el mundo; Cariñena, Carignan, Mazuelo, Mazuela.
O también la historia de una montaña de los Alpes que ha ido teniendo varios nombres a lo largo de su historia; Mont Tourné o Mont Thuria y después Mont Pourri (mal transmitido escribiéndose Pury; nombre del montañero mal homenajeado).
Muchas gracias, Mathieu
Hola:
Mi nombre es Marisa Velilla de Lapuebla de Labarca, vivo en Rioja Alavesa. Estudié en el colegio Víctor Tapia y en el I.B. Samaniego de Laguardia.
En los libros de texto, los profesores y gente, alumnos y amigos de los pueblos de Rioja Alavesa (Kripán, Viñaspre, Leza, Páganos, Moreda, Oion, Yécora, Labastida…) siempre la hemos denominado, sierra de Cantabria.
Cómo bien dice mi amigo Fernando Bujanda, a quién tengo el placer de conocer, me resulta extraño que se le llame a toda la sierra, sierra de Toloño,
Hace unos años, la alcaldesa, concejales y vecinos de Lapuebla de Labarca, tuvimos el placer de recibir a los responsables de política lingüística del gobierno Vasco para darnos a conocer su postura. En un momento de la reunión, tildaron de “aficionado” de la toponimia a Salvador Velilla, un insulto para los que allí nos encontrábamos tener que escucharlo, y a mi especialmente cómo sobrina de Salvador Velilla, quién no solo es un profesional y estudioso de la zona, y la comarca sino un erudito que ha hecho mucho por Rioja Alavesa en sus libros y libros de la diputación de Álava y privados ???
Fernando Bujanda avisa cuando subas al león dormido, que más cerca no lo podemos tener.
Feliz semana y Feliz Navidad a tod@s? ???
Muchas gracias, Marisa
La llamé Cantabria desde niño ,y asi la seguiré llamando en mi vejez. El poeta decía que se canta lo que se pierde, yo quiero cantar lo que se siente y lo que se ama. Y se llama Cantabria. Así la llamaron de niña
Admirado amigo Antonio,
Este artículo es una manera de cantarle a la Sierra Madre. No va de cómo se puede llamar la Sierra, ni de la investigación que hizo José Ángel Chasco, ni de la polémica que protagonizó con Salvador Velilla, ni de quién tiene o no tiene razón. Estas líneas del Blog no han sido escritas para arañar los ojos ni los sentimientos de nadie. No va de nombres, sino de la contribución formidable y generosa de la Sierra, por estar ahí, por ser ella en sí misma. Va de su magnífica aportación a la vitivinicultura y a las gentes de nuestros pueblos. Ni más, ni menos.
Al igual que tú, también yo canto lo que siento y amo… y. a veces, a los seres que he perdido.
Muchas gracias, Antonio
Qué bello canto a la Sierra, mucho más que un accidente geográfico. Un auténtico monumento a la vida entera
Muchas gracias, Arene
Todo es hermoso en Rioja Alavesa, el paraíso cercano del vino y el viñedo. Pero esa Sierra es… IMPRESIONANTE. Tan cercana a la mirada, cobijando en sus brazos la Comarca entera. Y más allá
Zorionak por esa naturaleza!
Eskerrik asko, Kepa
Me encanta cómo se cuenta. Es un bonito homenaje a tan singular Montaña
Aurrera
Mila esker, Jon
Es madre, es amiga, es compañera, es todo para quienes bajo su mirada vivimos, soñamos y trabajamos.
Y la verdad sea dicha: La amaría igual… incluso si tuviera un sencillo seudónimo.
Muchas gracias, Aguilera