Jul 04, 2017

Cuarta generación de familia bodeguera… y las que vendrán (I)

Conversación con Jaione y Ainhoa Ruiz de Viñaspre Alegre  //  Cuando dos hermanas, una ingeniera y la otra experta en finanzas, dirigen con 30 y 27 años una bodega familiar en Rioja Alavesa.

Bodega familiar en Rioja Alavesa

LAS HERMANAS AINHOA Y JAIONE, en la bodega de su familia Ruiz de Viñaspre.

Las hermanas Ruiz de Viñaspre Alegre, Jaione y Ainhoa, de 30 y 27 años, me reciben a pie de calle en la bodega que sus padres tienen en Laguardia, cerca de Ysios… Tres horas y media después me llevo una conversación que marca el ritmo con el que viene pegando fuerte una parte de su generación.

Si tuviese que presentar dos titulares, serían:

“La bodega es un trabajo duro que te ocupa las 24 horas de cada día”

“En nuestros padres hemos visto hambre e ilusión por salir adelante”

Bodega familiar en Rioja Alavesa

JAIONE Y AINHOA junto a su madre Charo Alegre, en la viña que está detrás de la bodega.

Pero lo más sustancial no son los titulares. Es la partitura entera de una música muy nuestra, muy de Rioja Alavesa. Para empezar, no me ha sido fácil encontrar la nave de la bodega, lo cual, vaya por dios, les ocurre a muchos del país, si bien los camioneros ucranianos y rusos que llevan el vino de sus bodegas atravesando media Europa saben encontrarla siempre a la primera.

Construyeron la nueva bodega sobre la viña llamada De la Hoya, en una hectárea de terreno, entre la Sierra de Cantabria-Toloño y el magnífico pueblo de Laguardia. Una bodega que sabe conjugar muy bien la historia y tradición de la Comarca con las nuevas tecnologías.

Este es el escenario donde una familia, la del matrimonio Julián Ruiz de Viñaspre y Charo Alegre, y sus hijas Jaione y Ainhoa, pone su corazón y sus sentidos en hacer el mejor vino, y en saberlo vender al mundo entero.

Bodega familiar en Rioja Alavesa

EDIFICIO de la nueva bodega, sobre la vieja finca de la Hoya, en Laguardia.

En la conversación con las dos hijas de Charo y Julián hay un interés por ver de qué manera se implican las jóvenes Jaione y Ainhoa,  una Ingeniera Industrial, la otra formada en Administración y Finanzas, con dominio del inglés, en un negocio que mamaron a través de tres generaciones anteriores a ellas.

Se formaron para otros menesteres, aunque ellas siempre supieron, en el fondo, que un día acabarían en la bodega, haciendo honor al apellido, contándole al abuelo Castor Ruiz de Viñaspre que su apellido está hoy en la principal enoteca de Rusia, en la mismísima plaza Roja de Moscú.

Generosas en sus palabras, trabajadoras, preparadas y bien formadas, afables, entregadas a la causa de la bodega familiar y a Rioja Alavesa, de las que aman y valoran profundamente a los suyos, con la satisfacción del mérito y el coraje para relanzar el trabajo de la familia en el mundo entero, sembrando buenas prácticas, sabiendo que el abuelo, el aita o la ama estarán orgullosos de ellas porque siendo lo suyo un negocio, lo realizan con honestidad y entrega, mucha entrega.

Esto es lo que vi. Ustedes saben que el periodista mira, y ve por dentro y por fuera. Son años amando esta bendita y hermosa profesión del que se comunica escribiendo.

Bodega familiar en Rioja Alavesa

CONTRALUZ frente a la Sierra que ampara toda Rioja Alavesa.

.- Decís que sois “unas recién llegadas”

Jaione.-  Yo estudié la carrera de ingeniería técnica industrial en Bilbao. En mi casa toda la vida me han dicho que me formara en lo que me pareciese bien. Así me fui para Bilbao a hacer Ingeniería. Estuve trabajando en Bilbao de ingeniera, luego me acerqué a Vitoria haciendo lo propio durante dos años y medio en una empresa de construcción. Hace tres años y medio –que llevamos en la bodega- recibimos la llamada de los aitas porque había que echar una mano en casa. Así que las dos nos vinimos a Laguardia.

Una vez aquí, la formación no ha parado. Y ya no va a parar en la vida. Nosotras no nos hemos formado ni en Viticultura ni en Enología, de lo que estamos trabajando ahora. Así que hemos hecho el curso intensivo de HAZI aquí en la Cuadrilla, que es una bomba de curso de dos años, pero necesario. Luego hemos aprendido a dirigir Catas de Vino. Y dentro de La Ruta del Vino de Rioja Alavesa estamos ahora en dos cursos de formación, de TICS y de Prácticas Turísticas. Y todo lo que salga, sea en UAGA, todo lo que llegue, todo.

Ainhoa.- A Jaione hay que borrarle los emails, porque no me da la vida para todos los cursos a los que nos apunta.

Jaione.- Hay que formarse. Es muy importante. También en inglés, que no dejamos de mejorar. Ahora mismo estamos las dos en el área Comercial. Yo soy el apoyo de Ainhoa en ese área, pero ya se sabe que el inglés es vital para moverse por el mundo.

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JAIONE Ruiz de Viñaspre, muy cerca de la entrada de la bodega.

.- Ainhoa. Háblame de tu formación

Jaione es la mayor y con la mente más cuadriculada. Ella tiene 30 años y yo 27. Somos las dos únicas hermanas. Yo no sabía qué iba a estudiar… y te confieso que estudiáramos lo que estudiáramos ya sabíamos que algún día terminaríamos en la bodega. Mi madre me envió a Vitoria, donde hice el grado superior de Administración y Finanzas, un poco con la idea de entrar en una oficina. Luego hice un Erasmus en Sicilia (Italia) y al volver empecé en la bodega.

En la oficina. Empecé a ir con mi madre a Ferias. Mis padres ya veían que yo me encargaría del tema más comercial, de exportación. Como necesitaba el inglés me cogí la maleta y me fui a Londres, donde estuve más de un año y medio. Nuestra idea era crecer para exportar nuestros vinos.

.- ¿Cómo ha sido entonces el reparto de papeles en la responsabilidad de la bodega?

Jaione.- Ha sido natural. La ingeniería la he enfocado a la gestión y la organización en bodega. Y Ainhoa tiene esa vena comercial, más social, que a ella le gusta más hablar. No hizo falta que nos sentamos para hablarlo. Estaba claro. De momento estamos contentas cada una en su puesto.

.- Vayamos a los orígenes. ¿De dónde sale todo este negocio, cómo se crea, quiénes os precedieron?

Jaione.- Venimos de una familia de agricultores, la familia Ruiz de Viñaspre, que es la familia de mi aita, originarios de Elvillar. Mis abuelos eran agricultores al 100%, si bien mi bisabuelo Miguel ya elaboraba vino cosechero en Elvillar.

Ainhoa y yo somos la cuarta generación elaborando vino en la familia. Y mi abuelo Castor Ruiz de Viñaspre (que es una institución en Rioja Alavesa) es un hombre de 86 años, una bomba de abuelo …

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AINHOA Ruiz de Viñaspre, en el hall que hay nada más traspasar la entrada de la bodega.

Ainhoa.- … que ha vivido por y para la viña y la bodega. No se cansa nunca. Es una eminencia en Rioja Alavesa por su afabilidad y su amabilidad, un viticultor que ha tenido siete hijos (mi padre es el mayor de los siete). Mi aita se llama Julián Ruiz de Viñaspre. Con mi aita ampliaron la bodega antigua de Elvillar, se pusieron a embotellar vino, creció el patrimonio familiar. Pero ya te digo, vayas al pueblo que vayas conocen a mi abuelo. Que si vas por la calle con él, todo el mundo te para.

.- Y luego está la familia de la amatxu, que es de Laguardia.

Jaione.- Son viticultores a la vez que pastores. Mi abuelo materno, Jesús, tenía aquí cerca de donde hoy está la bodega un corral con 500 ovejas, que un pastor le llevaba. A él le gustaba trabajar con el tractor en las viñas.

Mi padre trabaja desde los 10 años en el campo. Siempre en la viña. Conoce mejor las viñas que la palma de su mano. Entre Laguardia y Elvillar se lo conoce todo.

.- Se han juntado las viñas y la sabiduría de las dos familias

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JULIÁN Ruiz de Viñaspre con su padre Castor y sus hijas Jaione y Ainhoa.

Así es. Tenemos algunas viñas que llevamos de renta (por su edad y por la localización) de amigos y familiares. Unas 36 hectáreas en total, con las que elaboramos 200.000 botellas. Mi ama te diría que hemos perdido patrimonio al hacer la bodega nueva, pues nos pilló la crisis y tuvimos que vender algunas viñas.

.- Será doloroso desprenderse de viñas…

Mucho. Mucho. Pero Castor Ruiz de Viñaspre había comprado sus hectáreas y repartió para siete hijos. Hay cuatro hermanos con bodega.

.- Ya me imagino que aita y ama siguen trabajando con vosotras…

Jaione.- Sí, sí. Ellos son las cabezas del negocio. Son la experiencia y la sabiduría. Ellos saben lo que hay que hacer tanto en campo como en bodega. Campo y bodega lo lleva aita. Las tres chicas estamos en Oficina, en Administración y Comercial. Cada vez van delegando más en nosotras, y se van retirando poco a poco.

Ainhoa.- A mi padre no hay quien le quite la viña. Ellos son los mejores profesores. Seguimos lo que hemos mamado de pequeñas en la mesa a la hora de comer o cenar, con el monotema “bodega y vino”, “vino y vino”, “campo y bodega”. Todos los días y fiestas de guardar (ríen ambas), incluso en vacaciones.

Dice su amatxu Charo Alegre –que se mantiene en un discreto segundo plano, muy satisfecha de sus hijas, escuchándolas casi con la misma intensidad que yo- que Jaione sabe siempre exactamente todas las botellas que hay en bodega. Y las barricas ( y ríen las tres)

Bodega familiar en Rioja Alavesa

Ainhoa comenta que la ingeniera Jaione es “la que dirige y manda un poco más ahora”. Es entonces cuando afirma que “el control de la bodega y la gestión está ahora asegurado después de los malos años que hemos pasado”.

.- ¿Cuáles han sido esos malos años?

Ainhoa.- Ha coincidido con la crisis económica, estando como estábamos en plena inversión con la nueva bodega. Al llegar aquí nos hemos dado cuenta al fin que no es sólo llevar una bodega o llevar un campo, tienes que venderlo, hay que viajar al extranjero, hace falta tiempo y más tiempo, es un trabajo duro que te ocupa las 24 horas del día. Mis padres no daban abasto, con una presión muy grande. Fue en ese momento cuando nos llamaron a nosotras. Ahora la carga es más llevadera entre cuatro. Por fin, después de unos años, tenemos dinero para invertir sobre nosotros mismos.

Ainhoa.- Ahora mis padres respiran y vuelven a vivir.

.- Hablad de vuestros vínculos con la tierra

Jaione- Hemos vivido en Logroño y nos hemos criado en Rioja Alavesa. Ainhoa tenía tres años cuando nos fuimos a vivir a Logroño, y yo seis. Antes vivíamos en Laguardia. Pero la ama abrió un negocio en Logroño.

Mi aita estaba en Rioja Alavesa los 365 días del año, en el campo. Los fines de semana, sábados a la tarde y los domingos, íbamos a la viña con él y a comer con los abuelos. Mi padre llegaba a las diez de la noche y se ponía a jugar con nosotras. Él llevaba la bodega para los siete hermanos. Aquella bodega se llamaba y se llama Ruiz de Viñaspre, la hemos mantenido para nosotros. Al dividirlo entre los hermanos, mis tíos se quedaron con el otro edificio, que ahora pertenece a otros y se llama Viña Laguardia.

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Hay hermandad entre Jaione y Ainhoa. Si no me hubieran dicho que son hermanas, diría que son unas amigas formidables. Ellas pasan el día trabajando juntas en Laguardia, y cuando bajan a Logroño quedan al atardecer para estar juntas. Sus vidas paralelas se separaron sólo cuando Jaione fue a estudiar a Bilbao. O cuando Ainhoa, años después marchó a Vitoria y más tarde de Erasmus a Sicilia.

.- ¿Cómo fueron aquellos años de estudios en Bilbao o en Vitoria-Gasteiz?

De una gran libertad. La independencia fue una buena sensación.

.- ¿Cómo veis a la gente de vuestra generación, a vuestros compañeros de estudios?

Jaione.- Les veo bien formados, pero sin trabajo. Es una faena. Gente muy bien preparada y sin oportunidades, que enlazan prácticas y más prácticas. Eso da mucha pena.

Ainhoa.- A nuestra generación nos lo han dado todo hecho. Aquí en Rioja Alavesa todo es muy cómodo, tenemos un legado que han preparado nuestros mayores. Tanto es así que muchos jóvenes no se preocupan por su formación ni por buscarse las castañas fuera. Hay mucha gente aquí que va a tiro hecho.

Jaione.- Tú estás focalizando la pregunta para los jóvenes de esta Comarca.

Bodega familiar en Rioja Alavesa

AINHOA Ruiz de Viñaspre vertiendo en una copa un vino que aún no tiene nombre…

Ainhoa.- Pero mira, tus amigas de Logroño tienen trabajo y son muy cómodas, tienen trabajo y parece que no pasa nada si vas al paro, no es lo que hemos visto en nuestros padres, ese hambre de salir adelante, ni esa ilusión, no es ese ‘hay que seguir luchando, hay que innovar’. Eso lo hemos mamado en casa. “Tienes libertad, pero muévete, no te lo vamos a dar hecho”.

.- Castilla del Pino, uno de nuestros intelectuales, decía que “ser es actuar”

Ainhoa.- Así es. Es triste ver a la jóvenes de aquí trabajando en Londres, que no saben cuándo van a volver… Porque yo sabía que volvería. Pero muchos siguen allí porque no les queda otra. Gente muy bien formada, que sí actúan, que al menos “sí son actuando”. Pero aquí en Rioja Alavesa hay muchos jóvenes a los que les ha llovido el trabajo del cielo y con escasa formación.

.- ¿Cómo fueron los comienzos en la bodega?

Ainhoa.- Yo llegué cinco meses antes, el 10 de junio de 2013. Vine de Londres con 20 kilos menos. Tuve que pasar por los médicos. Y empezar a trabajar, porque había que vender más vino. Con Jaione, la gestión quedó en sus manos a partir de noviembre de 2013.

.- ¡Qué suerte teneros la una a la otra y viceversa!, ¿no?

 Sí (ríen). Sí (dicen las dos).

.- ¿Qué ha pasado en estos casi cuatro años?

Que Jaione nos ha puesto al día afianzado el negocio (dice Ainhoa). La ama, tan callada, interviene para subrayar que ambas se han profesionalizado. “Más aún: nos han profesionalizado a su aita y a mí. Lo han hecho con la cuadrícula de la ingeniera y la fuerza de una comercial como Ainhoa, que ya se ha recorrido el mundo”.

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LAS MANOS de Jaione y Ainhoa sujetan con firmeza una barrica.

Ainhoa.- Todavía estoy sembrando en mis salidas al extranjero, porque quiero cosechar más. Es un tema muy duro el internacional. Salíamos del consorcio de exportación de EXBA 7 (grupo de siete bodegas de ABRA que exportábamos vino de Rioja Alavesa).

Ya teníamos importador en Inglaterra y en Alemania, y sobre todo en Rusia, nuestro mejor cliente. Yo retomé Rusia, donde estaba decayendo nuestro mercado. Fui a Ferias   y nos focalizamos, a través de ABRA internacional, en el mercado estadounidense y en Japón. En EEUU hemos conseguido negocios por nuestros medios en Texas y ahora vamos a pasar a tres Estados más (los siguientes son Colorado y Norte de California). Del 12 al 14 de junio han venido nueve japoneses. Es un mercado que creíamos iba a ser más fácil, pero seguimos en contacto.

.- ¿Qué les hechiza al final?

Depende de qué mercado hablemos. En China es la imagen. Tenemos mucha suerte con dos importadores en China que son ya parte de la bodega. Pedido tras pedido se crea un vínculo especial.

Japón es la tradición, el explicar la historia de la bodega. En EE.UU es la calidad lo que triunfa. Allí está muy copado por Rioja. Nosotros sobresalimos en USA por la diferenciación, por el ‘no todo es Rioja’. Somos muy pequeños, pero sabemos encontrar nuestro hueco.

Bodega familiar en Rioja Alavesa

En Inglaterra va unido tradición y calidad. Nuestro mercado está enfocado a la exportación. Trabajamos con dos tipos de etiquetas, una muy clásica, francesa; y otra muy moderna, que utilizamos en el mercado nacional. En Alemania trabajamos con las dos, dependiendo de qué ciudad, prefieren un estilo u otro.

.- He de decir lo obvio… que el vino es el mismo más allá de la etiqueta (siendo muy importante)

Es el mismo vino. Y digo una cosa: es con la calidad del vino con lo que te afianzas.

.- ¿Cómo explicas la historia de la bodega? ¿Cuál es el alma, el ser y la vida de Ruiz de Viñaspre?

Ainhoa.- A mí me encanta que vengan a la bodega. En cada Feria intento atraer a la gente hasta Rioja Alavesa. Es verlo, es vivirlo, es olerlo. Que vengan en San Juan o durante la Vendimia. Se vuelven locos. Durante la vendimia, nosotras dos llevamos muchos años recepcionando las uvas en bodega, en la mesa de selección. O en la tolva. Desde la adolescencia.

.- Déjame ponerte un caso: Has venido a Japón, yo soy un posible cliente, y tú has venido a contarme la historia de la bodega. Cuéntamela, por favor

Es muy fácil. Con la botella, con el apellido, somos cuarta generación… Comienzo explicando la zona, diferenciándonos con lo que es Rioja Alavesa. Al final tenemos la suerte de estar en esta Comarca donde todos son minifundios, todo es historia, tradición familiar, viñedo por todas partes.

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DEFENDIENDO sus vinos, paseando con ellos en el capó de un coche, mostrándolos al mundo.

«Esto nos diferencia del resto de Rioja. Nosotros estamos en un lugar excepcional que lo han cuidado generación tras generación de vitivinicultores, en este caso mi familia en dos pueblos increíbles llenos de historia y prehistoria, Elvillar y Laguardia»

.- Imagino que habrá países en los que sea complicado que esto lo cuente una mujer.

Japón es uno de ellos. Yo lo he conseguido con Japón al volver a Rioja Alavesa y enviarles mensajes por email, firmando como si fuese mi padre, agradeciéndoles su atención en nombre de Julián Ruiz de Viñaspre. Pero las cosas están cambiando también en esto. De hecho, en la mayoría de reuniones en las que yo he estado en Japón, la toma de decisiones la tiene en su mano una mujer. No obstante, yo nombro mucho a mi padre y a mi abuelo.

.- Por último ellos dos, padre y abuelo, son la historia de la bodega… hasta ahora.

Así es. Hay un exportador inglés que hace poco nos ha comentado que en ese sector empieza a haber más mujeres que hombres en la bodega. Pero nuestra historia es nuestro abuelo, es nuestro padre. De hecho, mi padre es quien elabora los vinos, y nuestra filosofía viene de él, porque nuestra filosofía es el campo. Nosotras estamos siguiendo los pasos de mi padre, que es quien conoce cada finca, cada ladera, cada cepa. Él es el viticultor y el enólogo.

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EL AITA Julián y el abuelo Castor en una tierra que llevan sembrando toda la vida juntos.

.- Tu padre es un hombre de campo.

Eso es. Él no ha podido ir a estudiar. Pero la gente viene aquí y mi padre se los gana con nada. O con mucho. Siendo él.

En junio de 2016 Ainhoa fue a la Costa Este de EE.UU. En Febrero de 2017 viajó a la costa Oeste. “Para eso me he formado en inglés. Y en marketing y en ventas con la Cámara de Comercio de Álava”.

.- Sobre el acento que estáis poniendo en la importancia de la formación, Miriam Elorza, la técnico de la Fundación Hazi nos dijo que hay un déficit de formación en los vitivinicultores de Rioja Alavesa

Jaione.- Aquí coincidimos en diferentes cursos con las mismas personas. Te estoy hablando de un grupo de quince, no más. Pero en Rioja Alavesa hay mucha otra gente joven que también precisa esta formación, y no acude. Con 25, con 30 años, debiéramos tener esas ganas, porque sin formación no vas a crecer. Si acudimos los de siempre, se queda para los de siempre.

.- Vamos a poner un termómetro encima de la mesa. ¿Cómo os ha tratado la helada de finales de abril?

Bodega familiar en Rioja Alavesa

PARECIERAN dos cepas más en la viña del tío Gregorio, que ya suma 80 años de historia.

Hemos tenido mucha suerte. Justo en la zona de Elvillar y Laguardia no nos ha tocado absolutamente nada.

.- ¿Cómo la habéis vivido a través de los demás, a los que sí les ha tocado?

Buah, esa noche el Whatsapp de la familia estuvo en pleno funcionamiento. Desde mi tío de Vitoria, que también tiene viñas, hasta todos los de aquí. Controlando la helada, viendo donde había caído, y cómo. Con un gran susto en el cuerpo (cuenta Ainhoa). Me acordaba de cuando al volver de Londres cayó ‘la gran piedra’. Aquel día, después de volver de Inglaterra, mi madre paró en el Balcón de la Rioja, en el Alto de Herrera, en agosto…

A las dos se nos caían las lágrimas al pensar que la imagen del conjunto no era totalmente verde. Al pensar en el dolor que esa piedra caída estaba signifiando. Viendo cómo amigos nuestros lo tenían todo arrasado. Es entonces cuando dices que el mundo del vino lo mismo que te da muchísimas alegrías… te lleva a no dejar de mirar al cielo.

.- Dicen que antes la gente guardaba un 10% de los beneficios cada año, sin tocarlo, porque se consideraba que cada diez años te quedabas sin nada.

Eso hemos oído. Pero hablando de esta última helada, no nos tocó en campo, pero sí la sentimos. La sentimos. Por otra parte, pensamos que el año que viene no vamos a tener las mismas cosechas. A la semana siguiente a la helada de este año, en la reunión de los jueves de ABRA, vi a la gente, sobre todo de ciertos pueblos de Rioja Alavesa, que tenía el llanto en la mirada.

 

Continuará…

18 respuestas a “Cuarta generación de familia bodeguera… y las que vendrán (I)”

  1. Juan dice:

    Estas historias tan sencillas y humanas son las que te acercan a la realidad de lo que nos rodea… y sin embargo no siempre somos capaces de ver.
    Abrazo

  2. Kepa Urdangarin dice:

    Entrevistas como ésta, de doble conversación, o triple, enseñan -como decía Galeano- a ver en el otro una promesa. Nunca una amenaza. Si el otro puede, y la otra, nosotros también.

    Es fundamental que los tuyos crean en ti y te apoyen. Sembrar en los seres humanos. Reconocerles esa siembra.

    Qué bien tienen que sentirse el aita y la ama. Y el abuelo… viendo que sus nietas ya son más que una promesa.

    Eskerrik asko!!

  3. Sole Raya dice:

    Maravillosa entrevista. Nos das en cada una de ellas innumerables lecciones de superación, de ilusión, de amor por el trabajo y por las pequeñas cosas de la vida, que son las que nos dan la felicidad. Abrazo grande. Felicidades

  4. ¿Cuarta generación estas listas y bellas bodegueras?

    Los Ruiz de Viñaspre llevan más de 10 generaciones con la azada al hombro, creando este paisaje vitícola sin igual de Rioja Alavesa.

  5. Carlos dice:

    Fantástica familia y entrevista ! Gente así, hace falta mucha más

  6. paqui dice:

    Maravillosa entrevista.
    De generosidad, entrega, honestidad, y sacrificio!
    Todo por la familia, y por el país.

  7. Alfredo Postlethwait dice:

    ¡Qué alegría saber de estas magníficas mujeres que están dando ejemplo de emprendedoras! Éxito asegurado…

  8. Ainhoa dice:

    No solo escribo en mi nombre, sino en el de toda la familia Ruiz de Viñaspre, en primer lugar agradecer a Julio Flor el cariño puesto en cada una de tus palabras en este y todos tus artículos. La emoción que hemos sentido al leer tu artículo es la fuerza con la que trabajamos día a día en Bodega y que nos enorgullece enormemente. Cierto es que como bien plasmas el trabajo es mucho más fácil al formar parte de esta única e increíble tierra nuestra que es Rioja Alavesa. Y una vez más y también desde aquí queremos homenajear a nuestros aitas y abuelos que sin su esfuerzo, superación, y sobre todo su cariño, no llegaríamos a amar así esta profesión tan maravillosa. Y cómo no, agradecer todos vuestros comentarios, nos dan más aliento para seguir trabajando duro y conseguir nuestros sueños. Eskerrik asko!

  9. Charo Alegre dice:

    Desde el orgullo de madre y bodeguera, dar las gracias al Blogriojalavesa, por dar voz a estas y estos jóvenes bodegueros, que respetan y asumen que son los guardianes de esta vieja tierra nuestra, aquí me acuerdo de Itxaso Compañón, Sergio Blanco….. y tantos otros, que nos hacen mirar con optimismo el futuro.
    Gente nueva para tiempos nuevos.
    Y mil gracias por tantos comentarios cariñosos.

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